Una de las
claves para ser felices es “Aceptar la vida”, esto significa tomar y abrazar
cada momento tal cual es aunque no sea como quisiéramos; es dejar que la vida
fluya sin poner resistencia, pero no se
refiere a conformarse o resignarse
porque "es lo que hay”.
Aceptar la vida
significa comprender profundamente que todas las situaciones que se nos
presentan son siempre a nuestro favor, aunque a veces no lo parezca, pero todo está
siempre conspirando para llevarnos al lugar donde queremos llegar.
Sin embargo si
te sientes víctima de la vida y las circunstancias se te hace difícil aceptar
porque no comprendes el por qué de las cosas.
No comprendes por qué la persona que amas se va de tu lado, no
comprendes por qué te has quedado sin trabajo, no comprendes… y después de
muchos esfuerzos tratando de recuperar lo que has perdido y dar vueltas y
vueltas a la situación, te resignas, aceptas de mala gana, a regañadientes y
solo porque no hay nada más que puedas hacer. Sin embargo la situación no deja
de dar vueltas, continuas pensando sobre que debiste haber hecho, en qué te
equivocaste, por qué a ti te pasa eso…. Y ese conformismo no es la aceptación a
la cual me refiero.
Muchas personas se
hacen infelices a sí mismas porque no pueden aceptar la vida tal como se está
presentando, viven añorando, recordando, comparando. Mirando lo que no hay o no
tienen en lugar de valorar lo que hay.
Aceptación
significa que puedes ser feliz en todas las circunstancias. Observando y
valorando lo que tienes en lugar de quejarse por lo que no hay o de pensar en
lo que hubo y ya no está. Terminó esa relación o tu trabajo, tu situación
cambió de alguna manera… deja que todo aquello se marche, no lo retengas y así permitirás que lleguen nuevas cosas a tu vida. Acepta que aquello fue
solo un capítulo de tu historia, da vuelta la página y continúa que aún quedan muchos
capítulos por delante.
Aprende de tus
errores y confía que lo que sucedió era necesario para llevarte al lugar donde
quieres estar, confía en la vida, confía en Dios. No eres una víctima sino un
ser protegido y amado siempre y todas las situaciones que experimentas te ayudan
a crecer, te enseñan, te llevan a tu verdadero destino.
Cuando comprendas esa verdad, la aceptación llegará en forma natural y aprenderás
a dejar siempre que todo fluya sin aferrarte a nada ni a nadie, dejando que
pase lo que tenga que pasar, tú serás feliz porque sabrás que estás siendo
dirigido a algo mucho mejor.
Y Recuerda que
siempre tendrás dos opciones aceptar o quejarte y si elijes lo primero tu vida
será simplemente feliz.
Por: Marcela Allen
Fotografía: Sanja Gjenero /RGBStock
No hay comentarios.:
Publicar un comentario