TRADUCCION

martes, 31 de diciembre de 2013

Los Iguales se Atraen


- Osho

Esta es mi percepción, Si eres infeliz, encontrarás a alguien que es infeliz.
La gente infeliz se siente atraída por la gente infeliz. Y está bien, es natural. Está bien que la gente infeliz no se sienta atraída por la gente feliz; de lo contrario, destruiría su felicidad. Está perfectamente bien. Sólo la gente feliz se siente atraída por la gente feliz.
Sólo una persona amorosa – alguien que ya es amoroso – es capaz de encontrar la pareja adecuada.
Los iguales se atraen. Las personas inteligentes se sienten atraídas entre sí; las personas estúpidas se atraen mutuamente. Te conectas con personas de tu mismo nivel. Así que lo primero que hay que recordar es: una relación que se ha originado en la infelicidad se volverá amarga. Primero sé feliz, alegre, celebra y sólo entonces encontrarás otra alma que esté celebrando y habrá un encuentro de dos almas bailando juntas y una danza maravillosa surgirá de ahí.
No pidas una relación debido a tu soledad, No.  De ser así, te estarás moviendo en la dirección equivocada. Entonces estarás utilizando a la otra persona y estarás siendo utilizado por ella . ¡Y a nadie le gusta ser utilizado!. Cada individuo es un fin en sí mismo. El utilizar a alguien es inmoral. Primero aprende a estar solo. La meditación es una forma de estar solo.
Si eres capaz de ser feliz cuando estás solo, habrás encontrado el secreto de la felicidad. Entonces serás capaz de ser feliz en pareja. Si eres feliz, entonces tendrás algo que dar, que compartir. Porque cuando das, también recibes; no al contrario. Entonces surge la necesidad de amar a alguien.
Normalmente tienes la necesidad de ser amado por alguien. Es una necesidad equivocada también. Es una necesidad infantil; denota tu inmadurez. Es la actitud de un niño.
Nace un niño. Naturalmente, el niño no puede amar a su madre; no sabe qué es el amor y no sabe quién es su madre ni quién es su padre. Está absolutamente indefenso. Su ser no está todavía integrado; no está formado, no es uno todavía. Es sólo un potencial. La madre tiene que amarlo, el padre tiene que amarlo, toda la familia ha de volcar su amor en él. Ahora él aprende algo: que todos deben amarlo. Él nunca aprende que debe amar. Ahora el niño crecerá, y si permanece estancado en esta actitud de que todos deben amarle, sufrirá por el resto de su vida. Su cuerpo habrá crecido, pero su mente permanecerá inmadura.
Una persona madura es aquella que descubre su otra necesidad: la necesidad de amar a alguien. La necesidad de ser amado es infantil, inmadura. La necesidad de amar es madura. Y cuando estás listo para amar a alguien, sólo entonces, puede surgir una relación bella.
¿Es posible que dos personas en una relación amorosa se dañen mutuamente?» Si, de hecho es lo que está ocurriendo en todo el planeta. El «ser bueno» es muy difícil. Ni siquiera eres capaz de ser bueno contigo mismo. ¿Cómo vas entonces a ser bueno con alguien más? ¡Ni siquiera eres capaz de amarte a ti mismo! ¿Cómo vas a amar a otro? Primero aprende a amarte, aprende a ser bueno contigo mismo.
Tus santos religiosos te han enseñado a no amarte, a no ser bueno contigo mismo. ¡Sé duro contigo! Te han enseñado a ser blando con los demás y estricto contigo mismo. Esto es absurdo. Yo te enseño que lo primero y más importante es ser amoroso contigo mismo. No seas duro, sé blando. Cuida de ti mismo. Aprende a perdonarte — una y otra y otra vez — siete veces, setenta y siete veces, setecientas setenta y siete veces. Aprende a perdonarte. No seas duro; no te enfrentes contigo mismo. Y así florecerás.
En ese florecimiento atraerás a otra flor. Es natural. Las piedras atraen a las piedras; las flores atraen a las flores. Entonces se crea una relación bella, con gracia. Si puedes entablar una relación así, tu relación crecerá, se convertirá en una oración; tu amor se convertirá en éxtasis y a través del amor conocerás lo divino.

jueves, 26 de diciembre de 2013

Deja de Crear Problemas


En este preciso momento tú puedes soltar todos tus problemas, porque ellos son tu creación. Da otra mirada a tus problemas: mientras más profundamente los mires, más pequeños se volverán. Sigue mirándolos y de a poco comenzarán a desaparecer. Sigue mirándolos y más tarde encontraras allí un vacío – un hermoso vacío te rodeará.
No hay nada que hacer, nada que ser porque ya es.
La iluminación no es algo que puedes alcanzar, es solo para ser vivida. Cuando digo que alcancé la iluminación, simplemente quiero decir que he decidido vivirla. ¡Ya es suficiente! Y desde entonces he estado viviéndola. Es decidir que ahora ya no estas interesado en crear problemas, eso es todo.  Es decidir que ahora terminaste con ese disparate de crear problemas y buscar soluciones.
Todo ese disparate es un juego que estás jugando contigo mismo: tú te  escondes y tú te buscas, eres las dos partes. ¡Y tú lo sabes! Por eso cuando lo digo sonríes, te ríes. No estoy diciendo nada ridículo, tú lo entiendes. Te estas riendo de ti mismo.
Solo mírate riendo, solo mira tu propia sonrisa, tú lo entiendes. Debe ser porque es tu juego: te escondes y esperas por ti mismo, que seas capaz de encontrarte.
Tú te puedes encontrar ahora mismo porque eres tú quien se está escondiendo. Esa es la razón porque los maestros Zen siguen golpeando. Cuando alguien viene y dice: Me gustaría ser como Buddha”, los maestros se enojan mucho. Porque están pidiendo una tontería, ellos son Buddha. Si Buddha viene a mí y me pregunta cómo ser Buddha, ¿que se supone debo hacer? Golpear su cabeza. A quien crees que estas engañando? Tú eres Buddha.
No te hagas problemas innecesarios. Y el entendimiento aparecerá en ti, pero si miras como hacer el problema más y más grande, lo harás girar y ayudarás a que la rueda se mueva más y más y más rápido. De pronto estarás en la cima de tu miseria y necesitando de la compasión de todo el mundo.
Tú eres un excelente creador de problemas. Solo entiende esto y los problemas desaparecerán. Estas en perfecta condición, naciste perfecto, ese es todo el mensaje. Naciste perfecto, la perfección es tu naturaleza interior.  Solo debes vivirla, decidirte a vivirla. Pero si no la alimentas el juego puede continuar, pero no preguntes por qué. Tú lo sabes. El porque es simple: el ego no puede existir en el vacío, necesita algo contra que luchar. Aunque sea con un fantasma de tu imaginación, pero necesita luchar con alguien. El Ego existe solo en el conflicto, el ego no es una entidad es una tensión.
Donde quiera que haya conflicto, surge la tensión y existe el ego. Cuando no hay conflicto la tensión desaparece y el ego desaparece. El ego no es una cosa, es solo una tensión. Y por supuesto nadie quiere pequeñas tensiones, todos quieren grandes tensiones. Si tus propios problemas no son suficientes, comienzas a pensar sobre la humanidad y el mundo y el futuro…socialismo, comunismo y todas esas tonterías.  Empiezas a pensar en eso como si el mundo entero dependiera de tu consejo. Después piensas, ¿Qué ira a pasar en Israel? ¿Qué ira a pasar en África? Y sigues con tus  especulaciones y creando problemas.
La gente se vuelve muy ansiosa, no pueden dormir porque hay cierta guerra que viene.  Se vuelven muy ansiosos. Su propia vida es tan común que tendrán que llegar a lo extraordinario por alguna otra fuente. La nación está en crisis por lo que se identifican con la nación. La cultura está en dificultades, la sociedad está en crisis – ahora hay grandes problemas y te identificas. Eres un hindú y la cultura hindú se encuentra en dificultades, eres cristiano y la Iglesia está en crisis. El mundo entero está en juego. Ahora, eres grande a través de tu problema.
El Ego necesita algunos problemas. Si entiendes esto, en el solo entendimiento las montañas se convierten en granos de arena de nuevo, y entonces los granos de arena también desaparecerán. De repente hay vacío, puro vacío a tu alrededor. Esto es de lo que se trata la iluminación- una comprensión profunda de que no existe ningún problema.
Después sin ningún problema que resolver, ¿qué harás? Inmediatamente comienzas a vivir. Comerás, dormirás, amarás, cantarás,  bailarás – ¿qué más hay por hacer? Te has convertido en un Dios que ha empezado a vivir.
Osho, Joy: The Happiness that comes from within.

jueves, 19 de diciembre de 2013

Zona de Confort

Si miras hacia atrás y recuerdas como era tu vida hace cinco años ¿cómo está en relación a tu presente? ¿Ha cambiado completamente, han cambiado algunas cosas o no ha cambiado nada? ¿Qué hacías en ese entonces, cuál era tu trabajo, cómo estaba tu vida emocional, cuáles eran tus sueños?  Piensa un momento, porque si notas que tu vida sigue exactamente igual que hace cinco  años atrás, es probable que estés estancado en tu zona de confort.
La zona de confort son aquellas situaciones que nos son familiares y en las cuales de alguna forma nos sentimos seguros y protegidos porque allí no hay sorpresas ni mayores preocupaciones. Es una zona que conoces, manejas y controlas completamente.  Para que puedas identificarlas más claramente pondré algunos casos:
1. Estas en un trabajo que no te gusta pero pasan los años y tú sigues en la misma empresa, haciendo lo mismo. “Hoy en día esta difícil encontrar trabajo, así es que mejor me lo aguanto” – te dices a ti mismo. Y así con ese conformismo vas viendo cómo pasan los años por el lado tuyo. Esa es una zona de confort, es más fácil “conformarse” con un trabajo que no te gusta que aventurar en uno nuevo, miedo a lo desconocido, a lo incierto. “Prefiero mi zona de confort”.
2. Sabes que tienes unos kilitos de más y que debieras perder peso, pero es más fácil sentarse a comer un trozo de pizza que ir al gimnasio, salir a correr y privarse de algunas comidas. “Prefiero mi zona de confort”
3. Tu relación de pareja se ha vuelto conflictiva y ya no eres feliz allí, pero te conformas. Continuar con la relación, es más fácil que vivir el proceso del término y aprender a estar solo. “Prefiero mi zona de confort”.
4. Mis fines de semana los paso en mi casa, apago el teléfono para que nadie me moleste, compro algo rico para comer y veo películas toda la tarde. Estoy seguro en casa, tranquilo, nadie me molesta. “Prefiero mi zona de confort”. Es verdad, nadie te molesta pero tampoco estás teniendo nuevas experiencias, no estas viviendo.
La vida es muy corta como para quedarse sentado en un sillón a mirar por la ventana como pasan los días. Es necesario sacudir esa modorra y darle vida a la vida.  Debes explorar, aprender, conocer nuevas cosas. Estudia algo nuevo, aprende un nuevo idioma, si te es posible viaja y conoce otras culturas, gente nueva. Llama a tus amigos y sale, la vida está allá afuera.
Dejar la zona de confort no es fácil porque requiere de algún esfuerzo, requiere que “hagas algo” y lo primero es renunciar a la comodidad, a lo conocido. Pero debes saber que cada vez que salgas de tu zona de confort, esta se irá ampliando. Por ejemplo, digamos que diariamente vas al gimnasio a hacer pesas y eres capaz de levantar 20 kg, esto no te requiere mayor esfuerzo, te resulta cómodo y fácil hacerlo. Un día decides levantar 35 kg, al principio te será difícil pero al cabo de unas semanas de práctica te será tan sencillo como levantar los 20 kg iniciales. Podemos decir que tu zona de confort se habrá ampliado a los 35 kg. Así pasa con todas las situaciones de la vida, cada vez que sales de tu zona de confort, esta se amplia y te vas sintiendo más a gusto y confiado frente a nuevas circunstancias, el mundo comienza a ser más pequeño y van desapareciendo los límites que detienen tu avance.
Piensa si tu vida fuera una película, ¿cuantos quisieran verla? ¿Qué es lo que el público vería? Desde hoy comienza a hacer la mejor película, donde haya risas, aventuras que contar, sueños realizados, emociones, adrenalina.
Comienza por buscar tu sueño, ¿Qué es lo que realmente te gustaría hacer o conseguir?  Piensa cuáles son tus dones, tus talentos.  Todos tenemos una misión en la vida y para ello Dios nos dio un talento, un don especial, busca el tuyo, busca algo que te motive y sigue aquel sueño, no lo ocultes con la rutina, síguelo con fe, lucha por él, cree en ti y hazlo realidad.
Por último imagina cómo quieres que sea tu vida en cinco años más, dónde quieres estar.  Escribe tus sueños y ponle una fecha para realizarlos.  Ahora levántate, sale de tu zona de confort y ¡a luchar por ellos!
 :)
Por Marcela Allen Herrera 

jueves, 5 de diciembre de 2013

La Depresión Proviene de una Baja Frecuencia Vibracional


Las frecuencias vibracionales podrían definirse como el movimiento interno que tiene cada ser y las cuales pueden  ser altas o bajas dependiendo de cómo nos sentimos.
Los sentimientos de alegría, dicha, satisfacción, amor, tienen una alta frecuencia vibracional, mientras que los sentimientos de tristeza, celos, apatía, pesimismo, tienen una frecuencia vibracional baja y es aquí donde se originan los problemas, las enfermedades y también las depresiones.
La mejor manera de controlar las frecuencias que estamos emitiendo, es hacernos conscientes de nuestros pensamientos. Si nuestros pensamientos son negativos nuestras frecuencias se harán mas lentas, bajarán, por el contrario si tenemos pensamientos positivos, se elevarán.
Es importante que comprendas que todo pensamiento vibra, es decir emite una señal y que atraerá de regreso algo que coincida con esa señal, es decir atraerá otras semejantes.
Es por esta razón que las mismas circunstancias pueden ocasionar distintos acontecimientos dependiendo de las frecuencias que emitas;  veamos un ejemplo para clarificar:  Imagina que sales de tu departamento y vas a tomar el elevador, al acercarte ves un letrero que dice “Fuera de Servicio”, si esta situación te provoca enojo y frustración tus frecuencias vibracionales se harán mas lentas.  Bajas las escaleras a regañadientes, con el apuro, tropiezas y caes, lo cual hace aumentar el sentimiento de enojo. Luego, al salir a la calle a tomar el autobús, te das cuenta éste que ya pasó, esto originará que llegues atrasado al trabajo y probablemente tu jefe te regañe por ello, de esta forma el sentimiento de enojo y frustración irá aumentando e irás atrayendo más situaciones que mantengan ese sentimiento.
Ahora veamos la misma situación pero enfrentada con una alta frecuencia vibracional: Vas a tomar el elevador y ves el letrero que dice “Fuera de Servicio” esta situación no te molesta en lo absoluto sino por el contrario, piensas: – “que bien, me servirá para hacer un poco de ejercicio y perder unos gramos”-  buscas la música que te gusta, te pones los audífonos y  feliz y sonriente bajas las escaleras, al ritmo de la música sientes que se te hace muy fácil.  Al salir del edificio te encuentras con un compañero de trabajo que justo iba pasando por ahí en su automóvil y ofrece llevarte, – te sientes feliz y agradecido porque el universo te ayudó a hacer ejercicio y además te envió un chofer a tu casa. Con esa actitud y tus elevadas frecuencias, iras atrayendo más situaciones que te ayuden a mantener ese sentimiento de felicidad.
Como ves, el mismo acontecimiento, dos resultados completamente opuestos, debido simplemente a nuestros pensamientos y las vibraciones que estamos emitiendo y que atraen semejantes. Los sentimientos negativos atraerán situaciones negativas, los sentimientos positivos atraerán acontecimientos positivos.
Por esta razón debemos estar siempre conscientes de las vibraciones que estamos emitiendo, ya que de ello dependerá lo que ocurra en nuestro futuro, tanto inmediato como a largo plazo.
Recuerda y ten presente siempre que “en los niveles más bajos de energía es donde  se originan los problemas, las enfermedades y las depresiones, mientras que los niveles más altos de energías son aquellos que crean abundancia, felicidad y armonía, es donde nos sentimos en comunión con Dios, la dicha perfecta”.
¿De qué manera podemos elevar nuestras frecuencias ?
Si te sientes triste o estás pasando por una depresión, los siguientes consejos te ayudarán a elevar tus frecuencias y conectarte nuevamente con la alegria y la felicidad:
1. Dios en el corazón. El primer y más importante paso para elevar nuestras frecuencias es conectarse con Dios ya sea mediante la oración y/o la meditación.  Dios es amor y la más alta energía que existe en el universo, por tanto rezar, meditar o simplemente pensar en Él nos hará sentirnos en paz, en armonía e inmediatamente se elevarán nuestras frecuencias.
2. Agradecimiento. Cuando te sientas triste, piensa en todas las cosas hermosas que hay en tu vida, pero comienza por lo más general, por ejemplo, dando gracias por estar vivo, por las cosas hermosas que ves a tu alrededor, los árboles, las flores, los pájaros, gracias porque puedes mirar todo aquello, porque puedes caminar, correr, porque puedes escuchar y  hablar, por las personas que te aman, porque tienes un techo donde vivir, etc.
3. Vive siempre en el eterno presente. Enfócate solo en el momento presente y evita todos los recuerdos tristes o pensar en un futuro que te haga sentir intranquilo, no pongas en tu mente pensamientos que te hagan sufrir, ni te enfoques en las cosas negativas, pone siempre tu atención solo en lo bueno. Recuerda siempre que donde pones tu atención aumenta, donde no pones tu atención desaparece. ¿Quieres que tus problemas desaparezcan? No pienses en ellos, ¿quieres que tu vida sea feliz? Enfócate en las cosas que te den alegría.
4. Vigila tus pensamientos. Piensa en las cosas que te gustan. Piensa en algo que desearías tener o un sueño que quisieras alcanzar, quizás un nuevo trabajo, encontrar a tu alma gemela, mejorar tus finanzas, cambiarte de casa, en fin sea cual sea tu sueño imagina que ya lo tienes. Sueña, sueña en grande y sin límites, pone en tu mente la versión más grande que tengas de ti mismo, piénsalo hasta que te haga sonreír. Solo imagínate feliz, ¡inmensamente feliz!
4. Ten Fe. Recuerda que la Fe mueve montañas, por tanto deja de pensar que tú debes resolver los problemas, solo déjalo en manos de Dios. Vive de manera libre, despreocupada, no lleves tu mente a los problemas, solo confía en que todo está bien y siempre lo estará porque la dicha y la felicidad es nuestro estado natural.
5. Haz aquello que te gusta, cantar, pintar, escribir, cocinar, arreglar el jardín. Busca un  hobby y practícalo frecuentemente.
9. Lee libros que te hagan crecer espiritualmente y evita las películas que te hagan sentir triste, si tienes penas de amor, no veas películas románticas con trágicos desenlaces, en lugar de eso, elije una comedia divertida, de humor, elije siempre la risa al llanto.
10. Ejercicio. Realizar ejercicio te ayuda a liberar el estrés, a la vez que tu mente se mantiene activa y ocupada. Puedes caminar, correr, realizar yoga o cualquier actividad física que te guste.
11.  Escucha tu música favorita. Si te es posible graba un CD con alguna música que te haga sentir alegre, te motive o si prefieres con tu música clásica preferida para que te haga sentir relajado.
En definitiva, haz todo lo que tengas a tu alcance para hacerte feliz, haz de esta tu tarea diaria, tu principal objetivo, de esta forma el universo responderá a esa felicidad dándote más y más de ello.  Recuerda que “tienes un ser humano a cargo y eres tú mismo, a ti debes hacerte feliz… inmensamente feliz…”
Por Marcela Allen Herrera