TRADUCCION

martes, 31 de diciembre de 2013

Los Iguales se Atraen


- Osho

Esta es mi percepción, Si eres infeliz, encontrarás a alguien que es infeliz.
La gente infeliz se siente atraída por la gente infeliz. Y está bien, es natural. Está bien que la gente infeliz no se sienta atraída por la gente feliz; de lo contrario, destruiría su felicidad. Está perfectamente bien. Sólo la gente feliz se siente atraída por la gente feliz.
Sólo una persona amorosa – alguien que ya es amoroso – es capaz de encontrar la pareja adecuada.
Los iguales se atraen. Las personas inteligentes se sienten atraídas entre sí; las personas estúpidas se atraen mutuamente. Te conectas con personas de tu mismo nivel. Así que lo primero que hay que recordar es: una relación que se ha originado en la infelicidad se volverá amarga. Primero sé feliz, alegre, celebra y sólo entonces encontrarás otra alma que esté celebrando y habrá un encuentro de dos almas bailando juntas y una danza maravillosa surgirá de ahí.
No pidas una relación debido a tu soledad, No.  De ser así, te estarás moviendo en la dirección equivocada. Entonces estarás utilizando a la otra persona y estarás siendo utilizado por ella . ¡Y a nadie le gusta ser utilizado!. Cada individuo es un fin en sí mismo. El utilizar a alguien es inmoral. Primero aprende a estar solo. La meditación es una forma de estar solo.
Si eres capaz de ser feliz cuando estás solo, habrás encontrado el secreto de la felicidad. Entonces serás capaz de ser feliz en pareja. Si eres feliz, entonces tendrás algo que dar, que compartir. Porque cuando das, también recibes; no al contrario. Entonces surge la necesidad de amar a alguien.
Normalmente tienes la necesidad de ser amado por alguien. Es una necesidad equivocada también. Es una necesidad infantil; denota tu inmadurez. Es la actitud de un niño.
Nace un niño. Naturalmente, el niño no puede amar a su madre; no sabe qué es el amor y no sabe quién es su madre ni quién es su padre. Está absolutamente indefenso. Su ser no está todavía integrado; no está formado, no es uno todavía. Es sólo un potencial. La madre tiene que amarlo, el padre tiene que amarlo, toda la familia ha de volcar su amor en él. Ahora él aprende algo: que todos deben amarlo. Él nunca aprende que debe amar. Ahora el niño crecerá, y si permanece estancado en esta actitud de que todos deben amarle, sufrirá por el resto de su vida. Su cuerpo habrá crecido, pero su mente permanecerá inmadura.
Una persona madura es aquella que descubre su otra necesidad: la necesidad de amar a alguien. La necesidad de ser amado es infantil, inmadura. La necesidad de amar es madura. Y cuando estás listo para amar a alguien, sólo entonces, puede surgir una relación bella.
¿Es posible que dos personas en una relación amorosa se dañen mutuamente?» Si, de hecho es lo que está ocurriendo en todo el planeta. El «ser bueno» es muy difícil. Ni siquiera eres capaz de ser bueno contigo mismo. ¿Cómo vas entonces a ser bueno con alguien más? ¡Ni siquiera eres capaz de amarte a ti mismo! ¿Cómo vas a amar a otro? Primero aprende a amarte, aprende a ser bueno contigo mismo.
Tus santos religiosos te han enseñado a no amarte, a no ser bueno contigo mismo. ¡Sé duro contigo! Te han enseñado a ser blando con los demás y estricto contigo mismo. Esto es absurdo. Yo te enseño que lo primero y más importante es ser amoroso contigo mismo. No seas duro, sé blando. Cuida de ti mismo. Aprende a perdonarte — una y otra y otra vez — siete veces, setenta y siete veces, setecientas setenta y siete veces. Aprende a perdonarte. No seas duro; no te enfrentes contigo mismo. Y así florecerás.
En ese florecimiento atraerás a otra flor. Es natural. Las piedras atraen a las piedras; las flores atraen a las flores. Entonces se crea una relación bella, con gracia. Si puedes entablar una relación así, tu relación crecerá, se convertirá en una oración; tu amor se convertirá en éxtasis y a través del amor conocerás lo divino.

jueves, 26 de diciembre de 2013

Deja de Crear Problemas


En este preciso momento tú puedes soltar todos tus problemas, porque ellos son tu creación. Da otra mirada a tus problemas: mientras más profundamente los mires, más pequeños se volverán. Sigue mirándolos y de a poco comenzarán a desaparecer. Sigue mirándolos y más tarde encontraras allí un vacío – un hermoso vacío te rodeará.
No hay nada que hacer, nada que ser porque ya es.
La iluminación no es algo que puedes alcanzar, es solo para ser vivida. Cuando digo que alcancé la iluminación, simplemente quiero decir que he decidido vivirla. ¡Ya es suficiente! Y desde entonces he estado viviéndola. Es decidir que ahora ya no estas interesado en crear problemas, eso es todo.  Es decidir que ahora terminaste con ese disparate de crear problemas y buscar soluciones.
Todo ese disparate es un juego que estás jugando contigo mismo: tú te  escondes y tú te buscas, eres las dos partes. ¡Y tú lo sabes! Por eso cuando lo digo sonríes, te ríes. No estoy diciendo nada ridículo, tú lo entiendes. Te estas riendo de ti mismo.
Solo mírate riendo, solo mira tu propia sonrisa, tú lo entiendes. Debe ser porque es tu juego: te escondes y esperas por ti mismo, que seas capaz de encontrarte.
Tú te puedes encontrar ahora mismo porque eres tú quien se está escondiendo. Esa es la razón porque los maestros Zen siguen golpeando. Cuando alguien viene y dice: Me gustaría ser como Buddha”, los maestros se enojan mucho. Porque están pidiendo una tontería, ellos son Buddha. Si Buddha viene a mí y me pregunta cómo ser Buddha, ¿que se supone debo hacer? Golpear su cabeza. A quien crees que estas engañando? Tú eres Buddha.
No te hagas problemas innecesarios. Y el entendimiento aparecerá en ti, pero si miras como hacer el problema más y más grande, lo harás girar y ayudarás a que la rueda se mueva más y más y más rápido. De pronto estarás en la cima de tu miseria y necesitando de la compasión de todo el mundo.
Tú eres un excelente creador de problemas. Solo entiende esto y los problemas desaparecerán. Estas en perfecta condición, naciste perfecto, ese es todo el mensaje. Naciste perfecto, la perfección es tu naturaleza interior.  Solo debes vivirla, decidirte a vivirla. Pero si no la alimentas el juego puede continuar, pero no preguntes por qué. Tú lo sabes. El porque es simple: el ego no puede existir en el vacío, necesita algo contra que luchar. Aunque sea con un fantasma de tu imaginación, pero necesita luchar con alguien. El Ego existe solo en el conflicto, el ego no es una entidad es una tensión.
Donde quiera que haya conflicto, surge la tensión y existe el ego. Cuando no hay conflicto la tensión desaparece y el ego desaparece. El ego no es una cosa, es solo una tensión. Y por supuesto nadie quiere pequeñas tensiones, todos quieren grandes tensiones. Si tus propios problemas no son suficientes, comienzas a pensar sobre la humanidad y el mundo y el futuro…socialismo, comunismo y todas esas tonterías.  Empiezas a pensar en eso como si el mundo entero dependiera de tu consejo. Después piensas, ¿Qué ira a pasar en Israel? ¿Qué ira a pasar en África? Y sigues con tus  especulaciones y creando problemas.
La gente se vuelve muy ansiosa, no pueden dormir porque hay cierta guerra que viene.  Se vuelven muy ansiosos. Su propia vida es tan común que tendrán que llegar a lo extraordinario por alguna otra fuente. La nación está en crisis por lo que se identifican con la nación. La cultura está en dificultades, la sociedad está en crisis – ahora hay grandes problemas y te identificas. Eres un hindú y la cultura hindú se encuentra en dificultades, eres cristiano y la Iglesia está en crisis. El mundo entero está en juego. Ahora, eres grande a través de tu problema.
El Ego necesita algunos problemas. Si entiendes esto, en el solo entendimiento las montañas se convierten en granos de arena de nuevo, y entonces los granos de arena también desaparecerán. De repente hay vacío, puro vacío a tu alrededor. Esto es de lo que se trata la iluminación- una comprensión profunda de que no existe ningún problema.
Después sin ningún problema que resolver, ¿qué harás? Inmediatamente comienzas a vivir. Comerás, dormirás, amarás, cantarás,  bailarás – ¿qué más hay por hacer? Te has convertido en un Dios que ha empezado a vivir.
Osho, Joy: The Happiness that comes from within.

jueves, 19 de diciembre de 2013

Zona de Confort

Si miras hacia atrás y recuerdas como era tu vida hace cinco años ¿cómo está en relación a tu presente? ¿Ha cambiado completamente, han cambiado algunas cosas o no ha cambiado nada? ¿Qué hacías en ese entonces, cuál era tu trabajo, cómo estaba tu vida emocional, cuáles eran tus sueños?  Piensa un momento, porque si notas que tu vida sigue exactamente igual que hace cinco  años atrás, es probable que estés estancado en tu zona de confort.
La zona de confort son aquellas situaciones que nos son familiares y en las cuales de alguna forma nos sentimos seguros y protegidos porque allí no hay sorpresas ni mayores preocupaciones. Es una zona que conoces, manejas y controlas completamente.  Para que puedas identificarlas más claramente pondré algunos casos:
1. Estas en un trabajo que no te gusta pero pasan los años y tú sigues en la misma empresa, haciendo lo mismo. “Hoy en día esta difícil encontrar trabajo, así es que mejor me lo aguanto” – te dices a ti mismo. Y así con ese conformismo vas viendo cómo pasan los años por el lado tuyo. Esa es una zona de confort, es más fácil “conformarse” con un trabajo que no te gusta que aventurar en uno nuevo, miedo a lo desconocido, a lo incierto. “Prefiero mi zona de confort”.
2. Sabes que tienes unos kilitos de más y que debieras perder peso, pero es más fácil sentarse a comer un trozo de pizza que ir al gimnasio, salir a correr y privarse de algunas comidas. “Prefiero mi zona de confort”
3. Tu relación de pareja se ha vuelto conflictiva y ya no eres feliz allí, pero te conformas. Continuar con la relación, es más fácil que vivir el proceso del término y aprender a estar solo. “Prefiero mi zona de confort”.
4. Mis fines de semana los paso en mi casa, apago el teléfono para que nadie me moleste, compro algo rico para comer y veo películas toda la tarde. Estoy seguro en casa, tranquilo, nadie me molesta. “Prefiero mi zona de confort”. Es verdad, nadie te molesta pero tampoco estás teniendo nuevas experiencias, no estas viviendo.
La vida es muy corta como para quedarse sentado en un sillón a mirar por la ventana como pasan los días. Es necesario sacudir esa modorra y darle vida a la vida.  Debes explorar, aprender, conocer nuevas cosas. Estudia algo nuevo, aprende un nuevo idioma, si te es posible viaja y conoce otras culturas, gente nueva. Llama a tus amigos y sale, la vida está allá afuera.
Dejar la zona de confort no es fácil porque requiere de algún esfuerzo, requiere que “hagas algo” y lo primero es renunciar a la comodidad, a lo conocido. Pero debes saber que cada vez que salgas de tu zona de confort, esta se irá ampliando. Por ejemplo, digamos que diariamente vas al gimnasio a hacer pesas y eres capaz de levantar 20 kg, esto no te requiere mayor esfuerzo, te resulta cómodo y fácil hacerlo. Un día decides levantar 35 kg, al principio te será difícil pero al cabo de unas semanas de práctica te será tan sencillo como levantar los 20 kg iniciales. Podemos decir que tu zona de confort se habrá ampliado a los 35 kg. Así pasa con todas las situaciones de la vida, cada vez que sales de tu zona de confort, esta se amplia y te vas sintiendo más a gusto y confiado frente a nuevas circunstancias, el mundo comienza a ser más pequeño y van desapareciendo los límites que detienen tu avance.
Piensa si tu vida fuera una película, ¿cuantos quisieran verla? ¿Qué es lo que el público vería? Desde hoy comienza a hacer la mejor película, donde haya risas, aventuras que contar, sueños realizados, emociones, adrenalina.
Comienza por buscar tu sueño, ¿Qué es lo que realmente te gustaría hacer o conseguir?  Piensa cuáles son tus dones, tus talentos.  Todos tenemos una misión en la vida y para ello Dios nos dio un talento, un don especial, busca el tuyo, busca algo que te motive y sigue aquel sueño, no lo ocultes con la rutina, síguelo con fe, lucha por él, cree en ti y hazlo realidad.
Por último imagina cómo quieres que sea tu vida en cinco años más, dónde quieres estar.  Escribe tus sueños y ponle una fecha para realizarlos.  Ahora levántate, sale de tu zona de confort y ¡a luchar por ellos!
 :)
Por Marcela Allen Herrera 

jueves, 5 de diciembre de 2013

La Depresión Proviene de una Baja Frecuencia Vibracional


Las frecuencias vibracionales podrían definirse como el movimiento interno que tiene cada ser y las cuales pueden  ser altas o bajas dependiendo de cómo nos sentimos.
Los sentimientos de alegría, dicha, satisfacción, amor, tienen una alta frecuencia vibracional, mientras que los sentimientos de tristeza, celos, apatía, pesimismo, tienen una frecuencia vibracional baja y es aquí donde se originan los problemas, las enfermedades y también las depresiones.
La mejor manera de controlar las frecuencias que estamos emitiendo, es hacernos conscientes de nuestros pensamientos. Si nuestros pensamientos son negativos nuestras frecuencias se harán mas lentas, bajarán, por el contrario si tenemos pensamientos positivos, se elevarán.
Es importante que comprendas que todo pensamiento vibra, es decir emite una señal y que atraerá de regreso algo que coincida con esa señal, es decir atraerá otras semejantes.
Es por esta razón que las mismas circunstancias pueden ocasionar distintos acontecimientos dependiendo de las frecuencias que emitas;  veamos un ejemplo para clarificar:  Imagina que sales de tu departamento y vas a tomar el elevador, al acercarte ves un letrero que dice “Fuera de Servicio”, si esta situación te provoca enojo y frustración tus frecuencias vibracionales se harán mas lentas.  Bajas las escaleras a regañadientes, con el apuro, tropiezas y caes, lo cual hace aumentar el sentimiento de enojo. Luego, al salir a la calle a tomar el autobús, te das cuenta éste que ya pasó, esto originará que llegues atrasado al trabajo y probablemente tu jefe te regañe por ello, de esta forma el sentimiento de enojo y frustración irá aumentando e irás atrayendo más situaciones que mantengan ese sentimiento.
Ahora veamos la misma situación pero enfrentada con una alta frecuencia vibracional: Vas a tomar el elevador y ves el letrero que dice “Fuera de Servicio” esta situación no te molesta en lo absoluto sino por el contrario, piensas: – “que bien, me servirá para hacer un poco de ejercicio y perder unos gramos”-  buscas la música que te gusta, te pones los audífonos y  feliz y sonriente bajas las escaleras, al ritmo de la música sientes que se te hace muy fácil.  Al salir del edificio te encuentras con un compañero de trabajo que justo iba pasando por ahí en su automóvil y ofrece llevarte, – te sientes feliz y agradecido porque el universo te ayudó a hacer ejercicio y además te envió un chofer a tu casa. Con esa actitud y tus elevadas frecuencias, iras atrayendo más situaciones que te ayuden a mantener ese sentimiento de felicidad.
Como ves, el mismo acontecimiento, dos resultados completamente opuestos, debido simplemente a nuestros pensamientos y las vibraciones que estamos emitiendo y que atraen semejantes. Los sentimientos negativos atraerán situaciones negativas, los sentimientos positivos atraerán acontecimientos positivos.
Por esta razón debemos estar siempre conscientes de las vibraciones que estamos emitiendo, ya que de ello dependerá lo que ocurra en nuestro futuro, tanto inmediato como a largo plazo.
Recuerda y ten presente siempre que “en los niveles más bajos de energía es donde  se originan los problemas, las enfermedades y las depresiones, mientras que los niveles más altos de energías son aquellos que crean abundancia, felicidad y armonía, es donde nos sentimos en comunión con Dios, la dicha perfecta”.
¿De qué manera podemos elevar nuestras frecuencias ?
Si te sientes triste o estás pasando por una depresión, los siguientes consejos te ayudarán a elevar tus frecuencias y conectarte nuevamente con la alegria y la felicidad:
1. Dios en el corazón. El primer y más importante paso para elevar nuestras frecuencias es conectarse con Dios ya sea mediante la oración y/o la meditación.  Dios es amor y la más alta energía que existe en el universo, por tanto rezar, meditar o simplemente pensar en Él nos hará sentirnos en paz, en armonía e inmediatamente se elevarán nuestras frecuencias.
2. Agradecimiento. Cuando te sientas triste, piensa en todas las cosas hermosas que hay en tu vida, pero comienza por lo más general, por ejemplo, dando gracias por estar vivo, por las cosas hermosas que ves a tu alrededor, los árboles, las flores, los pájaros, gracias porque puedes mirar todo aquello, porque puedes caminar, correr, porque puedes escuchar y  hablar, por las personas que te aman, porque tienes un techo donde vivir, etc.
3. Vive siempre en el eterno presente. Enfócate solo en el momento presente y evita todos los recuerdos tristes o pensar en un futuro que te haga sentir intranquilo, no pongas en tu mente pensamientos que te hagan sufrir, ni te enfoques en las cosas negativas, pone siempre tu atención solo en lo bueno. Recuerda siempre que donde pones tu atención aumenta, donde no pones tu atención desaparece. ¿Quieres que tus problemas desaparezcan? No pienses en ellos, ¿quieres que tu vida sea feliz? Enfócate en las cosas que te den alegría.
4. Vigila tus pensamientos. Piensa en las cosas que te gustan. Piensa en algo que desearías tener o un sueño que quisieras alcanzar, quizás un nuevo trabajo, encontrar a tu alma gemela, mejorar tus finanzas, cambiarte de casa, en fin sea cual sea tu sueño imagina que ya lo tienes. Sueña, sueña en grande y sin límites, pone en tu mente la versión más grande que tengas de ti mismo, piénsalo hasta que te haga sonreír. Solo imagínate feliz, ¡inmensamente feliz!
4. Ten Fe. Recuerda que la Fe mueve montañas, por tanto deja de pensar que tú debes resolver los problemas, solo déjalo en manos de Dios. Vive de manera libre, despreocupada, no lleves tu mente a los problemas, solo confía en que todo está bien y siempre lo estará porque la dicha y la felicidad es nuestro estado natural.
5. Haz aquello que te gusta, cantar, pintar, escribir, cocinar, arreglar el jardín. Busca un  hobby y practícalo frecuentemente.
9. Lee libros que te hagan crecer espiritualmente y evita las películas que te hagan sentir triste, si tienes penas de amor, no veas películas románticas con trágicos desenlaces, en lugar de eso, elije una comedia divertida, de humor, elije siempre la risa al llanto.
10. Ejercicio. Realizar ejercicio te ayuda a liberar el estrés, a la vez que tu mente se mantiene activa y ocupada. Puedes caminar, correr, realizar yoga o cualquier actividad física que te guste.
11.  Escucha tu música favorita. Si te es posible graba un CD con alguna música que te haga sentir alegre, te motive o si prefieres con tu música clásica preferida para que te haga sentir relajado.
En definitiva, haz todo lo que tengas a tu alcance para hacerte feliz, haz de esta tu tarea diaria, tu principal objetivo, de esta forma el universo responderá a esa felicidad dándote más y más de ello.  Recuerda que “tienes un ser humano a cargo y eres tú mismo, a ti debes hacerte feliz… inmensamente feliz…”
Por Marcela Allen Herrera 

jueves, 28 de noviembre de 2013

Cómo Superar la Timidez


La timidez se define como el sentimiento de incomodidad o temor que se experimenta al estar frente a otras personas, especialmente si son desconocidos o en circunstancias nuevas.
El ser tímido limita, restringe, no deja ser libre ni te deja mostrar quien realmente eres. Hay personas que en su casa son alegres, divertidas, les gusta conversar pero frente a extraños se cierran, se vuelven callados, apagados. Dejan de ser quienes son porque se sienten incómodos en ambientes poco familiares o en grupos grandes de personas. Los nervios les traicionan, las manos les tiemblan, se sienten sudorosos y si alguien les habla, su cara se pone roja.
¿Cómo se pueden eliminar todos esos síntomas y dejar que aparezca tu verdadero Yo? A continuación te daré algunos tips que espero te puedan ayudar:
1. No eres el centro de las miradas.  Las personas tímidas suelen tener la  idea que todos están mirando lo que dicen o hacen. Si sientes que están todos observando como hablas, como caminas, como actúas te pondrás nervioso creyéndote el centro de las miradas y dejarás de actuar en forma natural, cuando la verdad es que muy pocos están realmente pendiente de ti.  Entonces el primer paso es hacerte consciente que la gente no está interesada solo en ti, todos tienes otras cosas por las cuales preocuparse y para ellos tú no eres el único actor en escena. Relájate, nadie te está mirando.
2. Deja de preocuparte de la opinión de los demás. Una de las razones por las que te pones nervioso cuando te sientes observado, es porque te preocupas demasiado de lo que los demás van a pensar de ti. Y ¡qué importa lo que piensen! Olvídate de la opinión ajena, solo se tú mismo. Piensa que no importa lo que digas o hagas, siempre habrá a quienes les gustes y a quienes no, recuerda que nadie es monedita de oro, entonces libérate de una vez de la  opinión ajena y habrás eliminado la mitad de tus miedos. La opinión de los demás no importa, lo que importa es lo que tú opinas de ti mismo.
3. Enfócate en el entorno. Evita estar continuamente observando cada minúscula reacción que tienes. Que si tus manos comienzan a temblar o si te estás poniendo colorado, o si estás sudando, etc. Esta excesiva atención hacia ti mismo, hace que te sientas incómodo y te pones más nervioso.  Olvida lo que te pasa y enfócate en otra cosa, pone tu atención en el entorno, en lo que hay alrededor, observa a las demás personas como se comportan. Solo déjate llevar por el momento y disfruta.
4. Levanta tu autoestima. Eres un ser único, especial, aprende a amarte y siéntete orgulloso de ser como eres. (Te sugiero que leas el artículo “Como elevar tu autoestima”, este es un punto muy importante)
5. Cuando estés enfrentado a personas o situaciones nuevas o simplemente te sientas tenso, nervioso, prueba esta técnica de respiración que es infalible. Expira todo el aire que tienes, deja que tus pulmones se vacíen completamente, bota, libera, expulsa todo el aire y luego inspira profundamente y llena tus pulmones con nuevo aire, nueva energía. Realiza esta expiración – inspiración 5 veces seguidas y verás como todo cambia. Te sentirás una persona nueva, con un nuevo impulso en tu corazón. Este ejercicio es excelente si tienes que hablar en público o te ves enfrentado a situaciones que te ponen muy nervioso.
6. Cambia tu chat mental. Presta mucha atención a lo que te dices a ti mismo, si comienzas a criticarte sobre cómo estas actuando o a decirte cosas como: “me estoy poniendo rojo y todos me están mirando” “que vergüenza, parezco un tonto” “seguro se reirán de mí”, etc. inmediatamente repite mentalmente esta frase: “Me siento relajado y confiado, estoy feliz de estar aquí”.  Recuerda repetirla cada vez que tu chat mental sea negativo.
7. Luz, cámara… actitud. Te gustaría mostrarte más confiado y seguro frente de los demás, entonces comienza por cambiar tu actitud. Piensa que eres un actor interpretando un personaje. Levanta tu cabeza, mira a los ojos y ten siempre una sonrisa. Cuando alguien te hable se amable, gentil y procura mostrar una actitud relajada. No importa si tu corazón late a mil, solo muéstrate tranquilo, eres un actor no lo olvides. Imagina que estás en tu casa, sé espontáneo tal como eres cuando estás allí y cuando hables no utilices palabras rebuscadas, simplemente usa un lenguaje trivial y amigable.
Al principio quizás todo esto te resulte un esfuerzo, pero mientras más lo practiques más sencillo te resultará porque irás adquiriendo cada vez más confianza y seguridad en ti.  Así es que imponte desafíos y practica cada día ser sociable. La práctica hace al maestro.
¡Muy Buena suerte!
Por Marcela Allen

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Cómo Elevar la Autoestima


Existe un tipo de violencia que causa mucho dolor y deja heridas profundas, es la Violencia Emocional. Esta se define como, “El uso de palabras que deterioran la imagen y el valor de una persona, destruyendo los sentimientos y la autoestima del otro”.
Quizás sin darte cuenta, tú estés siendo victima de violencia emocional, escuchando continuamente palabras hirientes que bajan tu autoestima y quien te las dice eres tú mismo. Así es, ese es el chat mental que muchas personas sostienen en su interior, del cual no son conscientes y que han escuchado durante años.
Piensa por un momento ¿qué te dices cuando te miras al espejo o cuando estás enojado o triste o te ves enfrentado a situaciones difíciles? Escuchas palabras como: “Que bien me veo hoy” “Llegaré lejos porque soy el mejor”, “Es solo una caída, pero saldré adelante” o más bien escuchas: “Nada me sale bien” “Todo me va mal” “No sirvo para nada” “Estoy horrible” “¿Quién va querer estar con alguien como yo?” Escucha tu dialogo interior y hazte consiente de el siempre porque recuerda, tiene directa relación con tu autoestima.
Quizás al leer esto algunos piensen – “Mi autoestima esta perfecta, yo no tengo ese problema”. La mejor forma de saberlo es mirar a tu alrededor y chequear tu vida. ¿Cómo es tu relación de pareja? ¿Te sientes amado y valorado o por el contrario sientes que no te aman lo suficiente y muchas veces aguantas  situaciones que en el fondo te hieren? ¿Cómo es tu trabajo? ¿Estás en una posición que te agrada o te sientes pasado a llevar, atropellado, víctima de situaciones injustas? ¿Cómo es tu vida social? ¿Cuentas  con amigos que respetan tus gustos y tus ideas o a pesar de no estar de acuerdo con ellos muchas veces terminas “bailando el ritmo de su canción”?
Cuando tu autoestima es baja, se crea un patrón mental que te hace pensar que “no eres lo suficientemente bueno”  por tanto “no mereces nada bueno” y eso es lo que hace que atraigas a tu vida situaciones injustas y desagradables que se ajustan a ese patrón.
Puede que exista una razón específica para tu baja autoestima.  Por eso es importante buscar en tu interior y analizar, quizás en algún momento de tu vida se creó una idea equivocada que fue echando sus raíces y se mantiene oculta hasta el día de hoy. Las situaciones pudieron ser muchas, quizás cuando niño alguien se burlaba continuamente de ti o en tu adolescencia no te sentías lo suficientemente atractivo, lo suficientemente fuerte, lo suficientemente inteligente  o cualquier otro concepto erróneo. Posiblemente sientas que esa idea no tenga ninguna importancia hoy, pero lo cierto es que sigue en tu interior y ha estado opacándote y haciéndote sentir inseguro. Para poder recobrar la confianza, es necesario que encuentres ese concepto y lo elimines para siempre.
Lo primero que debes hacer es aceptarte tal cual eres, así con tus defectos y virtudes, tal como estás. Eres un ser único, en el mundo no hay nadie como tú. ¿Te das cuenta de lo que eso significa? En miles y millones de personas no hay ni uno solo que sea como tú. ¿Acaso eso no es ser especial? Libérate de las opiniones ajenas, libérate de los conceptos erróneos que están solo en tu mente, libérate de todo aquello que te impide apreciar quien realmente eres.  Eres hermoso, aprende a aceptarte y amarte.
Otro paso fundamental, es estar muy atento a lo que escuchas en tu interior y tomar la firme decisión de pensar y decirte cosas que te ayuden y te hagan sentir bien. Debes tratarte con ternura, con afecto, de la misma forma con que tratas a tus seres más queridos, tus padres, tu hermano(a), esposo(a), a las personas que son importantes en tu vida. Piensa como es tu actitud hacia ellos, los tratas con  cariño, con  compasión, tratas de no herirlos ni con tus palabras ni actitudes porque no quieres que sufran o que se sientan mal, quieres que ellos sean felices y haces lo que sea para conseguirlo. Esa misma debe ser la actitud que tengas contigo mismo porque debes amarte por sobre todo. Cuando te digas algo ofensivo piensa, ¿le dirías eso a alguien a quien amas? entonces no te lo digas a ti. Debes aprender a tratarte con amor, con dulzura, a no herirte nunca, bajo ninguna circunstancia, en ningún momento.
Un ejercicio maravilloso y que tiene resultados increíbles, es el que aparece en el libro “Usted puede sanar su vida” de Louise L Hay.
El ejercicio consiste en que tomes un espejo y digas en voz alta: “Me acepto y me apruebo”. Debes realizar este ejercicio tantas veces como sea necesario, como ella misma sugiere trescientas o cuatrocientas veces al día, debes dejar que la frase “Me acepto y me apruebo” se convierta en un mantra, en algo repites interminablemente, casi sin pausa. Cada vez que tu diálogo interno sea negativo y empieces a herirte con tus palabras, repite “Me acepto y me apruebo”, no le des importancia y solo repite tu mantra.
Durante mucho tiempo has estado diciéndote cosas negativas, por tanto ese parloteo no acabará de la noche a la mañana y es probable que al igual que un niño chiquito que reclama, ponga más resistencia al cambio. Pero debes ser persistente y sin importar lo que escuches en tu interior,  solo repite “Me acepto y me apruebo”. Imagina que las palabras negativas provienen de una habitación obscura y cada vez que tú enciendes la luz se desvanecen. Eso es exactamente lo que harás al repetir tu mantra, ir a encender la luz. Al principio deberás hacerlo muchas veces, ya que se apagará de inmediato, dejando nuevamente todo a obscuras, pero de a poco irá permaneciendo por más tiempo encendida hasta que finalmente ya no se apagará más. En ese momento, con total claridad  podrás ver lo hermoso que eres y habrás borrado por completo aquella falsa idea que te ha acompañado durante años.
“Me acepto y me apruebo, me acepto y me apruebo, me acepto y me apruebo. Pase lo que pase, le digan lo que le digan, le hagan lo que le hagan, sigue repitiéndolo”. – Louise L.Hay.
Cuando aprendas a aceptarte y amarte tu luz comenzará a brillar por donde quiera que vayas, serás un ser más resplandeciente y llegaran a tu vida situaciones que te harán sentir amado, querido, valorado en cada minuto, de la misma forma que tú lo harás contigo. Toda tu vida se volverá color rosa porque tú estarás viviendo la más hermosas historia de amor, “el amor a ti mismo”.
 “Soy hermoso, tal como soy”
 :)
 Por Marcela Allen Herrera 

jueves, 14 de noviembre de 2013

Podemos Aprender de lo Negativo


Por Paulo Coelho
Gurdjeff fue una de las personalidades más intrigantes del pasado siglo. Su faceta de gran conocedor de la psicología humana permanece, sin embargo, ignorada en nuestros días.
La historia que sigue ocurrió cuando él, ya viviendo en París, creó su famoso instituto para el desarrollo del ser humano.
Las clases estaban siempre bastante concurridas. Pero, entre los alumnos, había un viejo –siempre de mal humor– que no paraba de criticar lo que allí se enseñaba. Decía que Gurdjeff era un charlatán, que sus métodos no tenían base científica, y que el hecho de que él se considerase un “mago” no tenía nada que ver con su verdadera condición. Los alumnos se sentían incómodos con la presencia de aquel viejo, pero a Gurdjeff no parecía importarle.
Cierto día, este viejo abandonó el grupo. Todos se sintieron aliviados, suponiendo que a partir de entonces las clases serían más tranquilas y productivas. Sin embargo, para sorpresa de los alumnos, Gurdjeff se dirigió a la casa del hombre y le pidió que volviera a frecuentar el Instituto. El viejo inicialmente se negó y solo aceptó cuando le fue ofrecido un salario para asistir a las clases.
La historia corrió con rapidez de boca en boca. Los estudiantes, irritados, querían saber cómo era posible que un maestro recompensara a alguien que no había aprendido nada.
-En realidad, yo le estoy pagando para que siga impartiendo sus clases –fue la respuesta.
-¿Cómo? – insistían los alumnos–. ¡Todo lo que él hace va totalmente en contra de lo que usted nos está enseñando!
-Exactamente –comentó Gurdjeff–. Si él no estuviera por aquí, a ustedes les costaría mucho aprender lo que es la rabia, la intolerancia, la impaciencia, la falta de compasión.
Sin embargo, con este viejo sirviendo como ejemplo vivo, mostrando que tales sentimientos convierten la vida de cualquier comunidad en un infierno, el aprendizaje es mucho más rápido. Ustedes me pagan para aprender a vivir en armonía, y yo he contratado a este hombre para ayudar en la enseñanza… por el lado contrario.




viernes, 8 de noviembre de 2013

El Verdadero Amor



Por: Dr.  Wayne Dyer
El amor es una palabra que tiene tantas definiciones como personas hay para definirlo. Prueba ésta a ver cómo te va. “La capacidad y la buena disposición para permitir que los seres queridos sean lo que ellos elijan para sí mismos, sin insistir en que hagan lo que a ti te satisficiera o te gustase”. Puede que ésta sea una definición practicable pero el hecho es que muy pocas personas son capaces de adoptarla para sí mismos. ¿Cómo puede llegarse al punto de poder dejar que los demás sean como quieren y eligen ser sin insistir para que se pongan a la altura de lo que esperas de ellos?
Muy sencillo. Amándote a ti mismo. Sintiendo que eres importante, hermoso y que vales mucho. Cuando hayas reconocido lo que vales y lo bueno que eres no tendrás necesidad de que los demás apoyen y refuercen tu valor y tus valores ajustando su conducta a tus instrucciones. Si estás seguro de ti mismo y tienes confianza en lo que piensas, no querrás ni necesitarás que los demás sean como tú. En primer lugar, tú eres un ser único. Por otro lado eso los privaría de su individualidad, y lo que te gusta en ellos son precisamente esos rasgos que los diferencian y hacen que sean lo que son.
La cosa empieza a armarse. Logras amarte a ti mismo y de pronto eres capaz de amar a los demás, y eres capaz de hacer cosas por los demás al poder dar y hacer cosas para ti mismo primero que nada. Así no tendrás necesidad de artimañas para amar y dar. No lo harás porque esperas retribución o gratitud sino por el auténtico placer que sientes al ser generoso y amante.
Si tu ser no vale nada, o no es amado por ti, entonces es imposible dar.  ¿Cómo puedes dar amor si no vales nada? ¿Qué valor tendría tu amor?
Y si no puedes dar amor, tampoco puedes recibirlo. Después de todo, ¿qué valor puede tener el amor que se le da a una persona que no vale nada? El estar enamorado, el poder dar y recibir, todas esas cosas empiezan con un ser que es capaz de amarse totalmente a sí mismo.
Puedes desafiar todos tus sentimientos de acuerdo a tu habilidad de amarte a ti mismo. Recuerda siempre que en ningún momento y en ninguna circunstancia es más sano odiarse a sí mismo que amarse a sí mismo. Incluso si te has portado de alguna manera que te desagrada, odiarte a ti mismo sólo te llevará a inmovilizarte y a perjudicarte. Y en vez de odiarte a ti mismo, trata de tener sentimientos positivos. Que la equivocación o el error te sirvan de lección; haz el propósito de no repetirlos pero no los asocies con tu autoestima o autovaloración.
He aquí el meollo tanto del amor a uno mismo como a los demás. No confundas nunca tu propio valor (que es un valor dado) con tu comportamiento o con el comportamiento de los demás hacia tu persona. Y, lo repito, no es fácil. Los mensajes que nos manda la sociedad son abrumadores. “Eres un niño malo”, en vez de “Te portaste mal”. “Mamá no te quiere cuando te comportas de esta manera”, en vez de “A mamá no le gusta cómo te portas”. Las conclusiones que sacas de este tipo de mensajes son:  “Ella no me quiere, debo ser un desastre” en vez de “no le gusto a mamá.
No es fácil deshacerse de los hábitos de la niñez. Es muy posible que la imagen de ti mismo se base todavía en las opiniones de los demás. Si bien es cierto que tus primeras ideas respecto a ti mismo las aprendiste de la opinión de los adultos, no es cierto que tengas que cargar con ellas para siempre. Sí, es difícil desligarse de las viejas cadenas y limpiar las heridas abiertas, pero es aún más difícil aferrarse a ellas si uno considera las consecuencias que esto implica. Con un poco de práctica y entrenamiento mental, podrás hacer unas elecciones de amor a ti mismo que te sorprenderán.
¿Quiénes son las personas que aman con facilidad? ¿Son acaso las personas que tienen un comportamiento autodestructivo? No, jamás. ¿Son las que se humillan y se esconden en un rincón? No, por cierto. El volverse eficiente, el lograr dar y recibir amor eficazmente empieza en casa por uno mismo, con el propósito de terminar con los comportamientos emanados de la baja valoración de sí mismo que se han convertido en una costumbre y en una manera de vivir.
Lo primero que tienes que hacer es destruir el mito de que se tiene un solo concepto de sí mismo y que éste es positivo o negativo permanentemente. Se tienen muchas imágenes de sí mismo y éstas varían de un momento a otro. Si te preguntaran “¿Te gustas a ti mismo?”, podría ser que contestaras con un “No” colectivo después de amontonar todos tus pensamientos negativos sobre ti mismo. El romper las áreas de lo que no te gusta para catalogarlas en zonas específicas, logrará dirigir tus esfuerzos hacia unas metas definitivas. Tienes diversas opiniones respecto a ti mismo, desde un punto de vista físico, intelectual, social o emocional.
Tienes tu propia opinión respecto a tu talento para la música, el deporte, el arte, las tareas mecánicas, la literatura y demás. Tus autorretratos son tan numerosos como lo son tus actividades, y a través de todos estos comportamientos siempre estás TÚ, la persona que aceptas o rechazas. Tu autoestima, esa sombra amable siempre presente, tu consejera para tu felicidad personal y para el dominio de ti mismo no debe estar en relación directa con tu autovaloración. Tú existes. Tú eres un ser humano. Eso es todo lo que necesitas.
Tú eres quien determina lo que vales sin necesidad de dar explicaciones a nadie. Y tu propio valor que es un hecho en sí no tiene nada que ver con tu comportamiento ni con tus sentimientos. Puede ser que no te guste como te has portado en un momento dado, pero eso nada tiene que ver con tu autovaloración. Tú puedes escoger el ser valioso para contigo mismo para siempre, y de ahí emprender la tarea de elaborar tus imágenes de ti mismo.
Extraído del libro “Tus Zonas Erróneas”

lunes, 4 de noviembre de 2013

Cómo Olvidar un Amor


Cuando una relación acaba es un momento difícil y doloroso, sobretodo si sientes que fueron tus actitudes o comportamiento  lo que alejó a esa persona de tu lado. En este caso el sentimiento de pérdida es acompañado de culpa y eso puede doler aún más. Olvidar no resulta sencillo ni tampoco ocurre de la noche a la mañana, es un proceso que requiere de tiempo y mucha fortaleza. Debes mirarlo como un camino que vas a recorrer y en el cual al final habrá una hermosa recompensa esperando por ti: “La Felicidad”. Cada día estarás dando nuevos pasos que te irán acercando a la meta, por esa razón es importante que no mires hacia atrás, mantén tu vista al frente y con paso seguro y firme sigue siempre adelante. ¡Tú puedes hacerlo!
 1. El inicio del camino. Está marcado por recuerdos, por nostalgia, por ganas de estar con esa persona. Sientes que en este mundo no hay nadie que se le iguale o que pueda hacerte más feliz. Y es normal, por algún tiempo fue parte importante de tu vida. Te puedes dar cuenta que esta persona ocupa gran parte de los pensamientos que tienes en el día, si es que no todos. Recordarás los detalles del rompimiento, las palabras que se dijeron, lo que debiste haber hecho y no hiciste, sentirás culpa. Luego recordarás los momentos felices. Sentirás deseos de llamarlo(a), de enviar mensajes de texto, de saber que está haciendo y quizás muchas veces no podrás evitarlo y  lo harás. Actitudes como: marcar su número de teléfono y colgar rápidamente solo para ver si devuelve el llamado o pasar por fuera de su casa para ver si hay luces encendidas, son parte normal del proceso. Lo importante es tratar de ir dejando de lado estos impulsos. Busca a un buen amigo(a) a quien puedas llamar en esos momentos y que puedas desahogarte o escribe lo que sientes y luego rómpelo o quémalo. Busca alguna distracción, algo sano como salir a caminar, no trates de conocer a alguien más en esta etapa del proceso, aun no estás lista(o) para ello.
2. Limpieza exterior. Cuando ya comprendas y verdaderamente aceptes que la relación acabó y que no vale la pena seguir sufriendo por alguien que no te ama, estarás listo(a) para pasar a la “etapa  de limpieza”. Pero recuerda, primero debes tomar la firme determinación de olvidarlo(a), no basta solo con decirlo y guardar en algún rincón del corazón una secreta esperanza, es desearlo de verdad. Con fuerza interior repite: SI QUIERO OLVIDARLO (A)!  Dilo otra vez en voz alta y clara, SI QUIERO OLVIDARLO (A)! Y sabes ¿por qué? porque TU MERECES algo mejor.
Ahora a limpiar de recuerdos. Rompe fotos (no las escondas ¡rómpelas!) Debemos enviarle a nuestra mente el mensaje claro de que se acabó. Elimina todo lo que te haga recordarlo(a),  regalos, cartas, borra emails y su número telefónico. Si vivían juntos cambia los muebles de lugar, pone nuevos cuadros, pinta las paredes de otro color, la idea es que parezca un nuevo lugar. No dejes nada, absolutamente nada que te haga recordarlo(a). Este es el inicio de una nueva vida.

3. Limpia tu mente. Cuando ya tengas externamente todo limpio de recuerdos, empezarás a “limpiar la mente”.  Así es, como dije anteriormente en tu mente está su recuerdo la mayor parte del día. Ahora ya es tiempo de sacarlo y dar espacio a pensamientos nuevos. Pensamientos alegres, optimistas, que te llenen de alegría, de esperanza y para eso debes estar muy alerta a lo que pasa por tu cabeza.   Cada vez, y debe ser CADA VEZ que llegue su recuerdo, repite: “Alguien mucho mejor viene en camino”, al comienzo tendrás que repetir esta frase muchas veces al día, pero de a poco verás cómo tu mente va pensando cada vez menos en esa persona y es porque va comprendiendo que en verdad algo mejor viene y comenzarás a prepararte para ello. No sigas ningún pensamiento sobre él (ella), no los sigas solo repite “Alguien mucho mejor viene en camino”.
4. Eleva tu autoestima. Cuando una relación termina, puede que nuestra autoestima caiga, nos sentimos rechazados y poco valorados. Por eso llegó el momento de levantarse y mostrar al mundo la bella persona que eres. Apúntate en un gimnasio, eso no solo ayudara a tu mente a mantenerse ocupada, también te ayudara a tener un cuerpo atractivo. Ve a la peluquería y arregla tu cabello, quizás es tiempo de probar con un new look! Y ¿por qué no ir de shopping? Es un buen momento para renovar tu armario y comprar ropa con esos colores alegres que están de moda.
5. Visualiza tu futuro. Hasta aquí haz avanzado bastante, ya tu entorno está limpio, como también lo está tu mente y tu cuerpo, eso significa que ya estás muy cerca de la meta.  Ahora es el momento de  pensar qué es lo que quieres para tu futuro. Toma un lápiz y un papel porque vas a crear a tu  pareja perfecta y para ello empieza por hacer una lista con todos los atributos que te gustaría que tuviera. ¿Cómo quieres que sea físicamente? Quieres que sea romántico(a), cariñoso(a), fiel, etc. Escribe todo lo que quieres que tenga. Luego guárdalo en una caja junto a tu cama. Cada noche antes de dormir, lee tu lista y deja el papel encima de la caja, no lo guardes. Cierra los ojos e imagina que esa persona ya está en tu vida. Imagínate caminando de la mano por la orilla de la playa o en una cena romántica;  el escenario lo escoges tú, solo deja volar tu imaginación. Al siguiente día cuando despiertes, pone tu lista dentro de la caja. Sé constante en realizar este ejercicio y solo espera, ya verás cómo pronto un milagro ocurrirá en tu vida y finalmente habrás llegado a la meta.

Algún día conocerás el verdadero amor y te darás cuenta que no tiene nada que ver con las relaciones que has tenido hasta ahora. Llegará a tu vida alguien que te amará más de lo que te puedas imaginar,  te aceptará con tus virtudes y defectos, compartirá tus penas y tus alegrías, alguien quien te demostrará cada día cuanto te ama porque para él (ella) no habrá nadie más importante que tú. 
Llegará esa persona especial que tanto has esperado y cuando mires a sus ojos verás que es exactamente lo que pediste al cielo.

Por Marcela Allen Herrera 

miércoles, 23 de octubre de 2013

Como Mantener la Paciencia


Creo que todos estamos de acuerdo en que la paciencia es una gran cualidad, pero pareciera que desarrollarla o al menos mantenerla no es asunto fácil. Existen muchas situaciones del día a día que nos hacen perder hasta la última reserva de ella, como: quedar atascado en medio del tráfico, largas esperas en una fila, la mala actitud de algunos, la poca cooperación de otros. Las situaciones pueden ser muchas e incluso a veces hasta nuestra propia familia o amigos la ponen a prueba.
Lo cierto es que cuando se pierde la paciencia, inmediatamente hace su entrada el enojo y la frustración y todo se complica aún más. Por eso, mantenerla es fundamental para gozar de una vida tranquila y feliz.
La paciencia se define como “la actitud que lleva al ser humano a poder soportar contratiempos y dificultades para conseguir lo que desea”.  - “Soportar contratiempos y dificultades”-  eso es justamente lo que debemos aprender a hacer. Debemos aprender a ser tolerantes ante las situaciones que no podemos cambiar y esperar con calma a que las cosas sucedan.
Así por ejemplo: vas atrasado al trabajo y te encuentras en medio de un embotellamiento. Sabes que no hay nada que puedas hacer al respecto excepto esperar a que los demás autos avancen, sin embargo, después de algún momento de espera, es probable que comiences a sentirte impaciente y alterado.
Es ahí, justo en ese momento cuando debes respirar profundo… inspira y cuenta  lentamente hasta diez, relájate. Acepta ese momento con calma y sin lamentaciones, no dejes que entren en tu mente pensamientos sobre lo que “debiera ser” o lo que “pudiste haber hecho” para que la situación fuera diferente,  acepta que en ese momento las cosas no son como quisieras, pero no luches por cambiarlas porque no podrás. Acepta el momento tal como es.
Siempre recuerda que tienes dos caminos, el enojo o la paciencia, elije siempre el segundo. Al principio quizás te será difícil porque estás acostumbrado a reaccionar cuando las cosas no son como tú quieres, pero después de un tiempo, ser paciente será algo muy natural en ti, casi como un habito o una costumbre.
Comprenderás que exteriormente no hay nada que puedas hacer, pero interiormente es una oportunidad maravillosa para trabajar un parte de ti y mejorar como persona.
Con una actitud calmada y pacífica, verás como de a poco irás siendo más  tolerante y más paciente, no solo en las cosas pequeñas y triviales, sino también en las grandes cosas, cuando te plantees un reto difícil o a largo plazo. Plantarás la semilla y sabrás que debes esperar a que se formen las raíces, el tronco, las hojas y luego podrás ver las flores.
Ser paciente es estar en paz contigo y con el mundo, es aceptar cada momento como es, sin dejar que nada perturbe tu armonía interior, sólo dejando que la vida fluya.
*
Por Marcela Allen Herrera 

martes, 15 de octubre de 2013

10 Consejos para una Vida Feliz


Continuamente estamos en búsqueda de la felicidad. La buscamos en un lugar y en otro, a veces sentimos que estamos a punto de alcanzarla…. pero algo se nos escapa. Pareciera que juega con nosotros, obtenemos una cosa pero perdemos  otra, y así huye, se esconde y por más que la seguimos no la podemos tener completamente.
Esto es porque ponemos la felicidad en las cosas externas y eso no es más que una ilusión, un reflejo. Es como un espejismo que a medida que te acercas desaparece.
Pones la felicidad representada en una persona, en bienes materiales “cuando tenga esto o aquello, seré feliz” pero una vez que lo alcanzas te das cuenta de que algo más falta y así, siempre habrá un sentimiento de que falta algo para ser totalmente felices.
Lo que falta es que mires a tu interior y te des cuenta que la felicidad está dentro de ti, y que para poder llegar a ella debes encontrar un camino que te lleve hasta tu corazón.
A continuación te dejo una lista con 10 consejos que te pueden ayudar a encontrar ese camino:
1. Practica la humildad. No te sientas más importante ni mejor que nadie, no presumas de tus logros ni actúes con orgullo.
2. No crees apegos ni te aferres a las cosas materiales, recuerda que no te pertenecen, no eres dueño de nada, ni siquiera de tu cuerpo, porque cuando dejes este mundo no te llevarás nada.
3. Se agradecido. Agradece lo que tienes y compártelo con los demás, no con el afán de presumir  ni de ser admirado, sino simplemente porque la verdadera felicidad esta en ayudar al prójimo.
4. Se cariñoso y amable con todos. Abre tu corazón a todo el que se acerque a ti, entiende que ha llegado a tu vida por una razón. No te expreses con desprecio ni hables mal de nadie.
5. Recibe con actitud positiva lo bueno y lo malo. Acepta que la vida no es perfecta y no intentes que lo sea, comprende que son  las situaciones difíciles las que te ayudan a crecer y avanzar.
6. Perdona y olvida todo con rapidez. Ten presente que tú también te puedes equivocar y desearás ser perdonado.
7. Se tú mismo. No importa lo que los demás digan de ti, importa lo que tú digas de ti mismo, por eso acéptate y amate tal cual eres, con todos tus defectos y virtudes.
8. Disfruta de la vida como si fueras un niño, actúa espontáneamente, se alegre, corre, ríe, juega. Recuerda que la vida es corta, por eso disfruta cada momento como si fuera el último.
9. Se honesto y habla siempre con la verdad. No ocultes ni escondas nada, se abierto como un libro que cualquiera puede leer.
10. Aprende a escuchar a Dios. Deja tu mente en silencio y aquieta tus pensamientos para que así puedas escuchar su voz.
Por Marcela Allen