TRADUCCION

martes, 28 de enero de 2014

La Felicidad Proviene de Tu Interior


Como he señalado anteriormente en algunos de mis post, la felicidad se encuentra en nuestro interior. Hoy quisiera mostrarte de forma práctica lo que esto  significa y como puedes comprobarlo por ti mismo diariamente. Lo primero que debes hacer es analizar tú diálogo interno, observar sin juzgar esa conversación que sostienes contigo mismo en tu mente.
Todos tenemos esa conversación interna, y lo puedes percibir porque se refleja en el rostro. Cuando vayas por la calle, o en el bus observa a tu alrededor y por los semblantes sabrás que clase de diálogo están sosteniendo, que están hablando con ellos mismos.
La mayoría de las personas no presta atención a estos monólogos internos, están tan acostumbradas a escuchar ese murmullo en la mente que pasa casi inadvertido, sin embargo si supieras la fuerza, el poder que tiene serías mucho más cuidadoso y comenzarías a hacerte más consciente de él, porque aunque no lo creas este diálogo es el que va creando tu realidad.
Por eso cuando digo que la felicidad está en tu interior, quiero decir que comienza justamente ahí, porque cualquier cosa que escuches dentro de ti te provocará sentimientos ya sea de felicidad o tristeza. Observa por ejemplo cuando haces o dices algo, inmediatamente vendrá esa vocecilla para aplaudirte o juzgarte. Dependiendo de lo que te diga, te puede hacer sentir feliz y orgulloso de ti mismo o al contrario humillado o enojado, es decir estarás dándote felicidad o tristeza porque recuerda que “no son las circunstancias sino lo que te dices a ti mismo sobre ellas lo que te provoca tranquilidad o malestar”.
Pero esa voz no solo habla de ti, también de los demás. ¿En tu mente, cómo te refieres de tus amigos y a las personas que conoces? ¿Piensas en los demás de forma amorosa o constantemente criticas y te burlas en tu interior?
Cuando tienes un diálogo negativo hacia los demás, quizás no este acompañado de alguna emoción en particular, pero lo cierto es que estás sembrando mala semilla en  tu interior, y eso tarde o temprano se reflejará en tu vida. Nunca podrás recoger buen fruto a menos que todo lo que plantes en tu mente sea bueno, generoso y de amor.
Cuida tu mente, cuida tus pensamientos y siempre evita el diálogo interno negativo. Aprende a no seguir pensamientos nocivos, aprende a tratarte con amor y dulzura en toda circunstancia y verás como todo te irá guiando a la felicidad.
Pero no me creas lo que digo sin haberlo puesto a prueba, comienza ahora mismo y evita todo diálogo negativo y verás como las bendiciones comienzan a llegar a tu vida.

Marcela Allen Herrera 

martes, 7 de enero de 2014

Los 3 Miedos más Comunes


No existe ninguna otra cosa que debas temer más, que al miedo mismo. Es un sentimiento paralizador, te inmoviliza, te estanca, no te deja alcanzar tus ideales ni vivir plenamente.
No le des nunca cabida al miedo en tu corazón, ni dejes de hacer algo por su causa. Recuerda que más vale equivocarse en la vida que no haberlo intentado, porque esa duda reinará en tu corazón para siempre… “que habría pasado si me hubiese atrevido a…, si me hubiera arriesgado a… ” -  No sigas recriminándote por todo lo que pudiste haber hecho y que por miedo no hiciste y lánzate de una vez a vivir.
Aprende a identificar y eliminar los tres miedos más comunes y que coartan nuestras vidas: el miedo al que dirán, miedo al rechazo y el miedo a perder.
1. Miedo al qué dirán: Debes entender y aceptar que hay un tipo de personas que les gusta hablar del resto y  lo harán de todas formas, no importa lo que hagas o dejes de hacer, opinarán igual y si no es de ti será de alguien más. Déjalos que digan lo que quieran, que no te importe la opinión de aquellos que fijan su mirada en el resto y no cultivan su interior, déjalos que se entretengan y haz su vida más emocionante “viviendo” la tuya.
2. Miedo al rechazo: Si alguien te rechaza no debes sentirte mal por ello, más bien agradece porque ciertamente no es la persona indicada para ti, no está en tu misma frecuencia y bajo ese punto de vista estarás evitándote un gran dolor de cabeza.  Lo que importa es que lo intentaste, no funcionó pero no te quedas con la duda ni tampoco esperando en vano algo que por ahora no sucederá.  En el mundo hay millones y millones de personas, ahora es tiempo de mirar en otra dirección.
3. Miedo a perder: En el juego de la vida siempre debes apostar por lo que quieres, si te equivocas no sucede nada, vuelves a jugar las cartas. El juego no termina jamás,  tienes infinitas oportunidades de hacer la jugada una y otra vez. Entonces nunca hay nada que perder y muchísimo que ganar porque siempre habrá una lección aprendida, entonces sin importar lo que pase, ganarás en sabiduría.
Recuerda que la vida pasa muy rápido, por eso aprovecha cada instante sin desperdiciar las nuevas experiencias que se pueden presentar y que consideres correctas. Vive de tal manera que cuando mires hacia atrás puedas decir: “Si, he vivido…”
Por : Marcela Allen Herrera 

domingo, 5 de enero de 2014

La Historia de la Madre Teresa de Calcuta


Madre Teresa, cuyo nombre de bautismo era Gonxha Agnes Bojaxhiu, nació el 26 de agosto de 1910 en Skopje, actual Macedonia. Su familia era de origen Albanes.
A los 12 años de edad sintió fuertemente el llamado de Dios. Ella sabía que tenía que ser misionera y repartir el amor de Cristo.
A la edad de 18 años, dejó la casa de sus padres en Skopje y se unió a las Hermanas de Loreto, una comunidad Irlandesa de monjas con misiones en la India. Después de algunos meses de formación en Dublin, fue enviada a la India, donde el 24 de mayo de 1931, hizo los votos iniciales como monja.
Desde 1931 hasta 1948 la Madre Teresa enseñó en la Escuela Secundaria de Santa María en Calcuta, pero el sufrimiento y la pobreza que vio fuera de los muros del convento causó una impresión tan profunda en ella que en 1948 recibió el permiso de sus superiores para salir de la escuela del convento y dedicarse ella misma a trabajar entre los más pobres de los pobres, en los barrios de Calcuta. A pesar de que no tenía fondos, ella dependía de la Divina Providencia, y comenzó una escuela al aire libre para los niños de los suburbios. Pronto se le unieron ayudantes voluntarios, y también llegó el apoyo financiero. Esto hizo posible para ella para extender el alcance de su trabajo.
El 7 de octubre de 1950, la Madre Teresa recibió el permiso de la Santa Sede para iniciar su propia orden, “Las Misioneras de la Caridad”, cuya tarea principal era amar y cuidar a las personas que nadie estaba dispuesto a cuidar. En 1965, la Sociedad se convirtió en una Familia Religiosa Internacional por un decreto del Papa Pablo VI.
Hoy la orden comprende las ramas Activas y Contemplativas de Hermanas y Hermanos en muchos países. En 1963 fueron fundadas la rama Contemplativa de las Hermanas y la rama Activa de los Hermanos. En 1979 se añadió la rama Contemplativa de los Hermanos, y en 1984 se estableció la rama de Sacerdotes.
La Sociedad de los Misioneros se ha extendido por todo el mundo, incluyendo la antigua Unión Soviética y los países de Europa del Este. Proporcionando una ayuda eficaz a los más pobres de los pobres en varios países de Asia, África y América Latina, y se comprometen el trabajo de socorro a raíz de catástrofes naturales, como inundaciones, epidemias y hambrunas, y los refugiados. La orden también tiene casas en América del Norte, Europa y Australia, donde cuidan de los confinados, alcohólicos, personas sin hogar, y los enfermos de SIDA.
Sin embargo, su inspiración no se limitó solamente a aquellos que sentían la vocación a la vida religiosa. Creó también los Colaboradores de Madre Teresa y los Colaboradores Enfermos y Sufrientes, personas de distintas creencias y nacionalidades con los cuales compartió su espíritu de oración, sencillez, sacrificio y su apostolado basado en humildes obras de amor. Este espíritu inspiró posteriormente a los Misioneros de la Caridad Laicos.
En la década de 1990 había más de un millón de Colaboradores en más de 40 países.
El trabajo de la Madre Teresa fue reconocido y aclamado en todo el mundo y recibió varios premios y distinciones, entre ellos el Premio Juan XXIII de la Paz (1971) y el Premio Nehru por su promoción de la paz y el entendimiento (1972) internacional. También recibió el Premio Balzan (1979) y el premio Templeton y Magsaysay.
Toda la vida y el trabajo de Madre Teresa fue un testimonio de la alegría de amar, de la grandeza y de la dignidad de cada persona humana, del valor de las cosas pequeñas hechas con fidelidad y amor, y del valor incomparable de la amistad con Dios.
Durante los últimos años de su vida, a pesar de los cada vez más graves problemas de salud, Madre Teresa continuó dirigiendo su Instituto y respondiendo a las necesidades de los pobres y de la Iglesia.
En 1997 las Hermanas de Madre Teresa contaban casi con 4.000 miembros y se habían establecido en 610 fundaciones en 123 países del mundo.
Sus últimas semanas de vida las pasó en Calcuta, recibiendo a las personas que acudían a visitarla e instruyendo a sus Hermanas.
El 5 de septiembre de 1997, la vida terrena de Madre Teresa llegó a su fin. El Gobierno de India le concedió el honor de celebrar un funeral de estado y su cuerpo fue enterrado en la Casa Madre de las Misioneras de la Caridad. Su tumba se convirtió rápidamente en un lugar de peregrinación y oración para gente de fe y de extracción social diversa (ricos y pobres indistintamente). Madre Teresa nos dejó el ejemplo de una fe sólida, de una esperanza invencible y de una caridad extraordinaria. Su respuesta a la llamada de Jesús, “Ven y sé mi luz”, hizo de ella una Misionera de la Caridad, una “madre para los pobres”, un símbolo de compasión para el mundo y un testigo viviente de la sed de amor de Dios.
Menos de dos años después de su muerte, a causa de lo extendido de la fama de santidad de Madre Teresa y de los favores que se le atribuían, el Papa Juan Pablo II permitió la apertura de su Causa de Canonización. El 20 de diciembre del 2002 el mismo Papa aprobó los decretos sobre la heroicidad de las virtudes y sobre el milagro obtenido por intercesión de Madre Teresa.
Fuente:  www.nobelprize.org “Mother Teresa – Biographical”. Copyright © The Nobel Foundation 1979
Vatican.va & Wikipedia, Mother Teresa
Traducido por Marcela Allen Herrera 

viernes, 3 de enero de 2014

Aprende el Truco de Ser Feliz


“En el análisis final eres tú – siempre tú, el factor decisivo- el que decide lo que te ocurre. Tenlo presente. Esa es la llave. Si eres infeliz, es por tu culpa. Si no estás viviendo correctamente, es por tu culpa. Si no lo estás aprovechando, es por tu culpa. La responsabilidad es completamente tuya. No tengas miedo de asumirla.
Mucha gente teme la responsabilidad porque no ven la otra cara de la moneda. En una cara pone “responsabilidad”, y en la otra pone “libertad”. La responsabilidad es libertad. Si el responsable de tu infelicidad eres tú, quien debe tomar la decisión eres tú. Si disfrutas siendo infeliz, sé infeliz a la enésima potencia, no te preocupes. ¡Disfrútalo! Pero si no lo disfrutas, acaba con ello. Sé tajante.
Yo veo que la gente dice que quiere ser feliz pero ¿qué pueden hacer?, les obligan a ser infelices. Esto es completamente absurdo. Nadie obliga a nadie; nadie puede obligar a nadie a ser infeliz. Una persona que sabe ser feliz, puede ser feliz en cualquier situación. No podrás ponerle en ninguna situación en la que no encuentre un motivo de felicidad. Pero mucha gente ha aprendido el truco de ser infeliz. Y no podrás ponerlos en ninguna situación en la que no encuentren motivos para ser infelices. Uno siempre encuentra lo que quiere encontrar. La vida te ofrece todo tipo de cosas. ¡Tú eliges!
Me contaron esto. Dos hombres estaban en la cárcel. Era una noche de luna llena y los dos se encontraban junto a la ventana de su oscura celda. Se podía ver la luna llena. Uno de ellos miraba la luna, era la estación de las lluvias y frente a la ventana se veía mucha agua y barro. Todo estaba sucio y maloliente.
Ese hombre miraba la luna; el otro miraba el barro. El que miraba el barro se sentía, por supuesto, muy desdichado. Y el que miraba la luna estaba resplandeciente, radiante; su cara reflejaba la luna; sus ojos estaban llenos de belleza. Se había olvidado por completo de que estaba en la cárcel.
Los dos se hallaban frente a la misma ventana, pero habían elegido dos cosas distintas.
Lo que hagas con tu vida depende de ti. Una conciencia iluminada hace que incluso la muerte sea bella. Y una conciencia no iluminada hace que incluso la vida sea horrible.
La pregunta no es cómo convertir lo feo en bello, o cómo convertir el sufrimiento en placer, o cómo convertir la desdicha en felicidad, no. La pregunta es cómo convertir lo inconsciente en consciente, una actitud no iluminada en una actitud iluminada, cómo cambiar el mundo interno de tu ser, cómo alcanzar valores que afirmen la vida y apartarse de los valores destructivos”.