La persona sabia
vive como el agua. El agua sirve a todos los seres y no exige nada para sí. El agua
permanece más bajo que todos. Y en esto es parecida a Tao.
La vida debe
seguir el principio de la naturalidad.
¡Sigue el
sendero del corazón! ¡Sé afable!
¡Di sólo la verdad!
¡Dirige
observando el principio de mantener la tranquilidad!
Cada acción debe
ser factible y oportuna.
Quien no procura
estar delante de los otros puede evitar muchos errores.
“Tao Te Ching” por Lao Tzu
Capítulo 8.
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