Este es el
retrato de alguien cuya vida, cuya energía vital se ha desperdiciado en sus
esfuerzos por mantener alimentada la máquina enorme y ridícula de auto
importancia y productividad.
Ha estado tan
ocupado en mantenerlo “todo en marcha” y “buscando que todo marche
adecuadamente”, que se ha olvidado de descansar realmente. Sin duda, él no
puede permitirse ser juguetón. Abandonar su deber por un paseo a la playa puede
significar que toda la estructura se venga abajo.
El mensaje de
esta carta se refiere al hecho no sólo de ser un adicto al trabajo. Tiene que
ver con la forma en que establecemos rutinas seguras pero naturales para
nosotros mismos y haciendo esto, mantenemos lo caótico y espontáneo alejado de
nuestras puertas.
La vida no es un
negocio para ser dirigido, es un misterio para ser vivido.
Ha llegado el
momento de romper la tarjeta con los horarios, abandonar la fábrica y hacer un
pequeño viaje hacia lo desconocido.
Tu trabajo puede
fluir más apropiadamente si lo haces desde un estado relajado de la mente.
- Osho
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