Dentro de usted hay un poder y una inteligencia increíbles, que responden constantemente a sus ideas y a sus palabras. A medida que aprenda a controlar la mente escogiendo conscientemente sus pensamientos, irá ganándose como aliado a ese poder.
No crea que la mente es la que lo controla; es usted quien controla a su mente. Usted la usa. Usted puede cambiar y dejar de tener esas viejas ideas. Cuando su pensamiento habitual le diga que “es tan difícil cambiar”, asuma usted el control mental. Hable con su mente; dígale: “Ahora opto por creer que cada vez se me va haciendo más fácil cambiar”. Tal vez tenga que repetir varias veces este diálogo con su mente para que ella reconozca que el control lo lleva usted, y que lo que usted dice es lo que vale.
Lo único que usted puede controlar es su pensamiento presente .Sus pensamientos de antes ya no están; no hay nada que usted puede hacer con ellos, como no sea vivir hasta agotar las experiencias que ellos causaron. Sus pensamientos futuros aún no se han formado, y usted no sabe cuáles serán. Su pensamiento actual, lo que está pensando en este mismo momento, está totalmente bajo su control.
Ejemplo: Si durante mucho tiempo ha permitido que su hijo pequeño se quedara hasta que él quisiera, y ahora usted toma la decisión de que el niño se acueste todas las noches temprano, ¿qué cree que pasará la primera noche? El niño se rebelará contra esa nueva regla; es probable que chille y patalee y haga todo lo posible por no irse a la cama. Si en este momento usted afloja, el niño ganará, e intentará siempre controlar la situación. Sin embargo, si usted mantiene tranquilamente su decisión e insiste con firmeza en que ése es el nuevo horario para acostarse, la rebeldía irá disminuyendo, y en dos o tres noches la nueva rutina habrá quedado establecida.
Lo mismo sucede con su mente: si duda, al principio se rebelará. No querrá someterse a un nuevo entrenamiento. Pero el control lo lleva usted, y si se mantiene firme, en muy poco tiempo la nueva manera de pensar habrá quedado establecida. Y usted se sentirá espléndidamente al darse cuenta de que no es una víctima de sus propios pensamientos, sino el señor de su propia mente.
Ejercicio: Desprenderse
Mientras va leyendo esto, haga una inspiración profunda, y mientras exhala deje que toda la tensión desaparezca de su cuerpo. Deje que se relajen el cuero cabelludo, la frente y la cara. La cabeza no necesita estar tensa para que usted pueda seguir leyendo. Deje que se relajen la lengua, la garganta y los hombros. Deje que se relajen la espalda, el abdomen y la pelvis. Respire en paz mientras relaja las piernas y los pies.
¿Se ha producido algún cambio importante en su cuerpo desde que empezó el párrafo anterior? Sienta hasta qué punto se reprime. Si lo está haciendo con el cuerpo, lo está haciendo con la mente.
En esta posición cómoda y relajada, dígase: “Estoy dispuesto a desprenderme. No me reprimo. Me aflojo. Aflojo toda tensión. Renuncio a todo miedo, a todo enojo. Me libero de toda culpa, de toda tristeza. Renuncio a todas las viejas limitaciones.
Me desprendo de todo esto y estoy en paz. Estoy en paz conmigo mismo. Estoy en paz con el proceso de la vida. Estoy a salvo y seguro”.
Practique dos o tres veces este ejercicio. Sienta el aflojamiento que implica desprenderse. Repítalo cada vez que sienta que empiezan a acosarlo pensamientos negativos. Se necesita cierta práctica para que la rutina se haga parte de usted. Cuando uno empieza por ponerse en este estado pacífico y relajado, es más fácil que las afirmaciones “prendan”, porque uno está abierto y receptivo ante ellas. No hay necesidad de pugna, de ninguna clase de esfuerzo. Simplemente, relájese y piense en las cosas apropiadas. Sí, es así de fácil.
Extracto del Libro “Usted puede Sanar su Vida” – Louise L Hay.
Incluso si uno tiene una enfermedad crónica hasta puede sanarse con el control mental en positivo a mi personalmente me dio resultado todo esta en la mente excelente información y es muy cierta todo es cuestión de practica.
ResponderBorrarAbsolutamente cierto lo que dices Maria Eugenia, el poder esta dentro de uno. Aprender esta verdad es la bendición mas grande . Un abrazo !
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