TRADUCCION

sábado, 17 de mayo de 2014

El Tren de la Vida



La vida se asemeja a un viaje en tren. Con sus estaciones y cambios de vía, algunos incidentes, sorpresas agradables en algunos casos, y profundas tristezas en otros.

Al nacer, nos subimos al tren y nos encontramos con nuestros padres, creemos que siempre viajarán a nuestro lado…  Pero en alguna estación ellos se bajarán dejándonos seguir el viaje, de pronto nos encontraremos sin su compañía y su amor irreemplazable.

No obstante, muchas otras personas que nos serán muy especiales y significativas, se irán subiendo al tren de nuestra vida...  Nuestros hermanos, amigos y en algún momento, el amor de nuestra vida.

Algunos tomarán el tren, para realizar un simple paseo, otros estarán siempre a nuestro lado compartiendo alegrías y tristezas.  
En el tren también viajarán personas que andarán de vagón en vagón para ayudar a quien lo necesite.

Muchos se bajarán y dejarán recuerdos imborrables. Otros en cambio pasan tan desapercibidos que ni siquiera nos damos cuenta cuando desocupan sus asientos.

Es curioso ver como algunos pasajeros a los que queremos, prefieren sentarse alejados de nosotros, en otros vagones. Eso nos obliga a realizar el viaje separados de ellos. Pero eso no nos impedirá, con alguna dificultad, acercarnos a ellos. Lo difícil es aceptar que a pesar de estar cerca, no podremos sentarnos juntos, pues muchas veces otras son las personas que los acompañan.


Este viaje es así, lleno de desafíos, sueños, fantasías, esperas y despedidas. Sabemos que este tren sólo realiza un viaje: el de ida. Tratemos, entonces de viajar lo mejor posible, intentando tener una buena relación con todos los pasajeros, buscando en cada uno  lo mejor que tengan para ofrecer. En algún momento del trayecto, ellos podrán titubear y probablemente precisaremos entenderlos… pero recordemos que nosotros también, muchas veces, titubeamos y necesitamos a alguien que nos comprenda.

El gran misterio para todos, es que no sabremos jamás en qué estación nos toca bajar. Como tampoco dónde bajarán nuestros compañeros de viaje, ni siquiera el que está sentado a nuestro lado.

A veces pienso en el momento en el que me toque bajar del tren. ¿Sentiré nostalgia, temor, alegría?  Separarme de los amigos que hice en el viaje, será doloroso y dejar que mis hijos sigan solos, será muy triste. Pero me aferro a la esperanza de que en algún momento, tendré la gran emoción de verlos llegar a la estación principal con un equipaje que no tenían cuando iniciaron su viaje.

Lo que me hará feliz, será pensar que colaboré para que ellos crecieran y permanecieran en este tren hasta la estación final.

Amigos…hagamos que nuestro viaje en este tren tenga significado, que haya valido la pena.

“Vivamos de manera que cuando llegue el momento de desembarcar, nuestro asiento vacío deje añoranza y lindos recuerdos a los que continúan viajando en el Tren de la Vida”


¡Feliz Viaje!

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