TRADUCCION

lunes, 29 de diciembre de 2014

Gerente Universal


Imagina que eres el dueño de una importante empresa y miles de empleados trabajan para ti. Has contratado a personas que se ocupan de la manufactura y el marketing de tus productos, a administradores, contables, asesores, artistas, expertos en publicidad… Miles de personas que trabajan para que tu empresa tenga éxito.

Ahora imagina que no trabajas personalmente con ninguna de esas personas, pero tienes un gerente que lo hace, y tu gerente las comprende, las aconseja y las guía. Así pues, cada vez que se te ocurre una idea, la expresas a tu gerente, que dice: “Me ocuparé de ello enseguida”. Y así lo hace, con eficiencia, con rigor, con precisión. Como a ti te gusta.

Quizá te digas en estos momentos: “Me encantaría tener un gerente así, una persona en quien confiar, que trabajara en beneficio mío”. 
Nosotros respondemos: Tienes un gerente tan competente o más que ése. Tienes un gerente que trabaja continuamente en tu provecho que se llama Ley de Atracción. Sólo tienes que expresar un deseo para que este Gerente Universal se apresure a satisfacerlo.

Pero la mayoría no ven a este Gerente Universal de esa forma. Disponen de este gerente, pero siguen responsabilizándose de todo. Dicho de otro modo, dices: “Sí, la Ley de Atracción existe, pero el que lo hace todo soy yo”. Y nosotros respondemos: ¿De qué sirve entonces la Ley de Atracción?
Eso sería como tener un gerente al que pagaras medio millón de dólares al año y se limitara a preguntarte: ” ¿Desea algo de mí?” Y tú contestaras: “No, no. Me conformo con pagarte para que seas mi gerente”.

Mientras tú te ocupas de todas las tareas, del trabajo administrativo, de las obras de construcción… Trabajarías hasta la extenuación, hasta caer rendido cada día, mientras tu gerente disfrutaba tomando el sol en una playa.

Eso sería absurdo. Lo lógico es que hicieras trabajar a tu gerente, que delegaras en él o en ella; que le pidieras cosas con la intención de que las haga. Así es como debes considerar a la Ley de Atracción. Pídele cosas con la esperanza de obtener resultados. Cuando delegues en ella, harás las dos únicas cosas que son precisas para llevar a cabo tu Creación Deliberada: identificar el objeto de tu deseo, y permitir que el Universo te lo conceda.

Así pues, el hecho de fijarte unas metas es como delegar en el Gerente Universal. Y el hecho de alcanzar la vibración que te permita que tus deseos fluyan hacia ti equivale a confiar en que tu gerente lo ponga todo en orden y que, cuando debas hacer algo, él mismo te lo indique. Dicho de otro modo, cuando debas tomar otra decisión, sé consciente de ello.

No delegas tu vida, sino que la creas. Te conviertes en un visionario creativo en lugar de un “actuante”. Lo cual no significa que no haya muchas cosas que querrás y podrás hacer. No pretendemos impedir que actúes. Actuar es divertido. No hay nada más delicioso en el Universo que tener un deseo que encaje con tus vibraciones y que tu alineación o conexión con tu Fuente de Energía te inspire a actuar. Ésta es la mayor extensión del Proceso de Creación. No existe una acción más deliciosa en el Universo que una acción fruto de la inspiración.

Extracto del Libro “Pide y se te Dará” – Esther & Jerry Hicks.


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