He considerado
esta pregunta y me gustaría compartir mis pensamientos con la esperanza de que
puedan aportar un beneficio práctico y directo a todos aquellos que los lean.
Creo que el
propósito de la vida es Ser Feliz. Desde el momento del nacimiento, cada ser
humano busca la felicidad y no quiere el sufrimiento. Esto no se ve afectado ni
por las condiciones sociales o de educación ni por las ideologías. Desde lo más
profundo de nuestro ser, simplemente deseamos ser felices.
No sé si el universo
con sus incontables galaxias, estrellas y planetas, tiene un significado más
profundo o no, pero en último término está claro que nosotros, seres humanos
que vivimos en esta tierra, nos enfrentamos a la tarea de conseguir una vida
feliz. Por ello, es importante descubrir aquello que traiga consigo el mayor
grado de felicidad.
CÓMO ALCANZAR LA
FELICIDAD
Para empezar,
podemos dividir cada tipo de felicidad y sufrimiento en dos categorías
principales: mental y física. De las dos, la mente es la que ejerce una mayor
influencia en la mayoría de nosotros. Exceptuando aquellas situaciones en las
que nos encontramos gravemente enfermos o sin cobertura para las más básicas
necesidades, nuestra condición física desempeña un papel secundario en la vida.
Si el cuerpo está satisfecho, virtualmente lo ignoramos. La mente, sin embargo,
registra cada hecho, no importa lo pequeño que sea. Por ello, debemos dedicar
nuestros esfuerzos más serios a obtener la paz mental.
Desde mi propia
y limitada experiencia, he descubierto que el mayor grado de tranquilidad
interna viene del desarrollo del amor y la compasión.
Cuanto más nos
preocupamos de la felicidad de los demás, mayor es nuestro sentimiento de
bienestar. Cultivando un sentimiento cálido, cercano a los demás, automáticamente
ponemos nuestra mente en un estado de calma. Esto nos ayuda a remover todos
aquellos miedos o inseguridades que podamos tener y nos da la fuerza necesaria
para enfrentarnos a cualquier obstáculo que surja. Es la fuente última de éxito
en la vida.
Mientras vivamos
en este mundo, estamos destinados a encontrar problemas. Si en esos momentos
perdemos la esperanza y nos desanimamos, disminuiremos nuestra capacidad para
enfrentarnos a las adversidades. Si, por otro lado, recordamos que no somos los
únicos, sino que todo el mundo debe experimentar sufrimientos, esta perspectiva
más realista de la situación aumentará nuestra determinación y capacidad para
superar los problemas. Es más, con esta actitud, cada nuevo obstáculo puede ser
visto como otra oportunidad para mejorar nuestra mente.
Así pues,
podemos esforzarnos gradualmente para convertirnos en seres más compasivos, es
decir, podemos desarrollar una simpatía genuina por el sufrimiento de los demás
conjuntamente con el deseo de ayudarles a remover su dolor. Como resultado,
aumentará nuestra propia serenidad y fuerza interna.
Extraído "Las Leyes de la Vida" - Dalai Lama
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