"Sea lo
que sea aquello con lo que te encuentres, primero intenta hallar las causas en
tu interior. No te preocupes acerca de por qué los demás son egoístas. Deja que
lo sean si así es. Ya soportan suficientes castigos a causa de sus egos; no has de preocuparte por ello.
Siempre que ves que alguien es egoísta,
vuélvete inmediatamente hacia ti mismo, cierra los ojos e intenta descubrir la
causa en ti. Eso te ayudará. Si descubres una causa en ti mismo, podrás
soltarla, podrás transformarla. Y si llegas a desembarazarte del ego, de
repente te sentirás inmensamente dichoso.
¿Para qué preocuparse de lo que hacen los
demás? Piensa en ti. Sé un poco más interesado. Estás intentando ser demasiado
desprendido, demasiado altruista. Sé un poco más interesado. Piensa en tu
propio ser y en cómo desperdicias tu vida.
Aquello con lo que te cruzas, sea lo que
sea, es muy probable que acabes descubriendo que oculto en las profundidades de
tu ser resulta ser tu problema.
Considéralo de esa manera. Siempre que te
enfadas no es porque los demás han creado cólera en ti. Ya estaba allí; debe
haber permanecido en un estado latente. Los demás sólo pueden provocar lo que
ya está ahí. Sus insultos no pueden provocar cólera en ti. Si no está ahí, los
insultos no pueden crearla. Los insultos sólo pueden hacer que salga lo que ya
está ahí. La cólera no ha sido creada por nadie más; está o no está. Y si nadie
es responsable de esa cólera, entonces empezarás intentando hallar alguna
excusa.
He visto a gente muy enfadada con sus
zapatos, tirándolos con rabia. He visto a gente enfadada con puertas, dando
portazos con rabia. ¿Qué te ha hecho la puerta? ¿Qué puede hacerte un zapato?
Pero no puedes hallar objetos humanos. Nadie te ha insultado, nadie se ha
convertido en excusa para ti, y resulta que hierves de rabia. Ya estás a punto
de explotar... cualquier cosa te disparará.
Todo aquello que ves en los demás es más o
menos una proyección de tu propia mente. Ésa es la actitud religiosa básica. Si
crees que proviene de los demás, entonces estás adoptando la actitud política. Por
eso un político no hace más que cambiar a los demás: se necesita una
revolución en la sociedad, pero no en él. Hay que cambiar el mundo. Sólo
entonces podrá vivir en paz.
El político nunca puede vivir en paz. Es
imposible. El mundo no va a cambiar. No es tan fácil. Tu vida es corta, y el
mundo ha seguido siendo el mismo y va a ser casi igual. Sólo tú cambias, porque
sólo tú puedes devenir consciente.
La revolución es la consciencia. La
consciencia es transformación. Así que vuélvete consciente interiormente".
Por Osho
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